Fue el caos. Decenas de personas se aglomeraron justo en la planta baja a pedirle, a suplicarle, que no se tirara. Otros llamaron de inmediato a las autoridades para reportar la emergencia.
Hombres del Cuerpo de Bomberos de Bucaramanga y uniformados de la Policía desplegaron un rápido operativo de rescate estratégico para evitar la tragedia.
Cinco subieron hasta la terraza del edificio. Dos de los rescatistas bajaron hasta la ventana mediante cuerdas, los otros tres se quedaron arriba sujetándolos.
Esos instantes de pánico quedaron registrados en algunos videos grabados con celulares. Parecía que se soltaría de las manos del rescatista que trataba de sostenerlo.
Hasta los pantalones parecían caérsele a aquel joven descontrolado.
Hasta que por fin todos recobraron el aliento cuando vieron que lo metieron hacia el inmueble de un ‘jalonazo’.
“Los otros bomberos estábamos adentro, en el apartamento, esperando que el compañero lo empujara. La Policía nos ayudó a asegurarlo con las esposas”.
“Hubo demora porque la ventana tenía rejas, tuvimos que cortarlas con las cizallas”, contó Jorge Peña, capitán del Cuerpo de Bomberos de Bucaramanga.
Al parecer, aquel joven, que tiene entre unos 26 a 28 años, sufre problemas de drogadicción, le habría dicho el padre a las autoridades. Manifestó que aunque sabía de la condición de su hijo, nunca llegó a atentar contra su vida.
El joven fue conducido para que recibiera ayuda psicológica.