Mientras los ritmos de vacunación avanzan a paso lento, especialmente en la población adulta joven, las variaciones en los casos positivos de COVID-19 reportados por el Ministerio de Salud y Protección Social empiezan causar preocupación en el departamento, tras evidenciarse un ligero ascenso.
Frente a este panorama y las altas probabilidades de un cuarto pico de pandemia, las autoridades departamentales han exhortado a los alcaldes y agremiaciones para que se empiece a exigir el carné de vacunación o el certificado digital de vacunación, como requisito obligatorio, para acceder a lugares públicos y eventos masivos donde se presente alta concurrencia de personas, evitando el riesgo de contagio y un posible nuevo confinamiento.
Luis Felipe González, gerente COVID-19 en Santander, dijo que “la Gobernación de Santander se acoge a todas las recomendaciones de la Resolución 1687 de 2021, teniendo en cuenta aforos de hasta el 100% en aquellos lugares o eventos masivos públicos o privados en los cuales se exija, como requisito para su ingreso, la presentación por parte de los asistentes y participantes del carné de vacunación o certificado digital de vacunación”.
Entre tanto, Javier Alonso Villamizar, secretario de Salud de Santander, explicó que la exigencia del carné de vacunación hace parte de las propuestas del Ministerio de Salud y Protección Social, que ha insistido en que se tienen que garantizar espacios bioseguros donde la gente que entra a un determinado lugar tenga la seguridad que ese espacio cuenta con todas las personas vacunadas, con el fin de tener confianza en la interacción.
“Nosotros como Departamento nos acogemos y ahora el paso a seguir es que cada alcalde pueda habilitarlo en su territorio. Esto permite, de alguna manera, agilizar con el tema de vacunación. Estamos frente a un inminente cuarto pico, ya se ve un crecimiento de casos. Los más interesados en que se exija el carné es Asobares porque serían los mas perjudicados”, acotó.
Luis Alexander Moscoso, viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, aclaró que pese a los llamados y recomendaciones que se han venido dando, todas las decisiones de orden público le corresponde a los alcaldes.
“Los mandatarios, si sus porcentajes de vacunación no son los adecuados, pueden sacar normatividad propia regulando. Nuestra recomendación es que en los sitios donde mayoritariamente van los jóvenes se exija el carné de vacunación como discotecas, bares, billares, casinos, restaurantes, salas de cine. Exijamos el carné, pidamóslo y seguramente nuestros jóvenes se vacunarán masivamente y vamos a proteger mejor la ciudadanía”, subrayó.
Juan José Rey, secretario de Salud de Bucaramanga, frente al tema comentó que no es una medida que se va a imponer en la ciudad; por tal razón, se están programando reuniones con los representantes de bares y restaurantes para poder concertar un programa que incentive la vacunación.
“Ellos pueden tomar la decisión y creo que nos van a ayudar a exigir el carné para certificar que al menos la persona tiene una dosis aplicada y la idea es que nosotros tengamos punto de vacunación cercanos”, agregó.
Comportamiento epidemiológico
Durante las últimas dos semanas los casos de COVID-19 en Santander se habían mantenido entre 22 y 55 casos positivos por día y el 28 de octubre se notificaron 71 nuevos casos y ayer 73.
Según el registro histórico, la última vez que el departamento tuvo más de 70 casos diarios fue el pasado 14 de septiembre.
Frente a este comportamiento, el Gerente COVID-19 en Santander, aseguró que ya desde semanas atrás el Minsalud empezó a alertar al país de la posibilidad de aumento de contagio de SARS-CoV-2, especialmente hacia la última semana de octubre y primeras semanas de noviembre.
“Seguimos vigilando desde la Coordinación Epidemiológica y Demográfica de la Secretaría de Salud Departamental y la Gerencia COVID-19 para dar consideraciones al respecto, pero hasta el momento no hemos visto variabilidad en ese número de fallecidos día; es decir, la tendencia de fallecidos diarios se mantienen en el promedio. El impacto de la enfermedad está estable”, expresó.
Para González, la vigilancia frente al aumento de casos es constante. “Con cualquier tipo de relajación de la población frente a las medidas de bioseguridad y frente no aceptar la vacuna podemos tener tendencias hacia nuevos picos y brotes. No es el momento de bajar la guardia, por el contrario es el momento de acceder a la vacunación para poder alcanzar la meta de inmunidad de rebaño. La vacuna realmente nos protege del riesgo de contagio, de severidad de los síntomas y de la mortalidad”, acotó.
