La edición de 2021 de los juegos intercolegiados en San Gil inició ayer con una baja participación de deportistas de instituciones públicas y privadas.
Tras los juegos de 2020 marcados por la virtualidad, el regreso a las competencias viendo a los contrincantes cara a cara, tiene una afluencia muy inferior a la de un año normal.
En la competencia contra reloj de ciclismo que dio inicio a las justas, solo se presentaron dos competidoras.
Armando Villar, director del Instituto de Recreación y Deportes de San Gil, dijo que en total hay 177 deportistas inscritos. La cifra representa menos del 70% de un año normal, en donde el número de participantes pasa de 900, según las cuentas del instituto.
La baja participación es comprensible, dijo Fredy Rodríguez, docente del Colegio San Juan Bosco, quien resaltó la importancia que tiene para los jóvenes volver a competir por la salud mental y física, la necesidad de compartir y salir de la presión generada por el COVID-19.
El miedo y la prevención del contacto generada por el virus, sería una de las principales razones para la reducida asistencia de deportistas, confirmó Villar.
Rodríguez contó que este año cada uno de los jóvenes y niños que decidieron participar tuvieron que presentar la autorización de los padres de familia y fue más por interés propio. Es que el tiempo para entrenar, preparar equipos o estrategias desde las instituciones ha sido casi nulo, por lo que muchos de los deportistas que se verán en escena pertenecen a clubes o escuelas, dijo el docente.
