Zuckerberg reveló el cambio de nombre en el marco de la conferencia Connect sobre realidad aumentada y realidad virtual, en la que volvió a explicar su visión de lo que la empresa ha bautizado como «metaverso», una realidad paralela 100 % digital a la que quiere que Meta destine gran parte de sus inversiones en los próximos años.
El cambio afecta únicamente a la empresa paraguas de todas estas aplicaciones, de manera que la red social seguirá llamándose Facebook y el cambio, a la práctica, no tendrá casi ningún efecto para la inmensa mayoría de usuarios.
Se trata de un movimiento muy similar al llevado a cabo por Google en 2015, cuando reestructuró la organización interna de la compañía y creó una empresa matriz, Alphabet, con varias subsidiarias que incluyen a la propia Google, a Waymo (la división de vehículos autónomos) y al proveedor de internet Google Fiber, entre otras.
El cambio de nombre se reflejará en el mercado de valores de Nueva York a partir de próximo 1 de diciembre, cuando la firma que ahora cotiza bajo las siglas FB pasará a cotizar bajo MVRS.
En su presentación de este jueves, Zuckerberg mostró varios ejemplos del que a su juicio debería ser el futuro de la humanidad en el «metaverso», en el que las personas se moverían con sus avatares personalizados, los vestirían con ropa digital que comprarían dentro de ese mismo universo y acudirían a eventos como conciertos.
A mediados de octubre, Facebook anunció la creación de 10.000 nuevos empleos en Europa en los próximos cinco años, con el objetivo precisamente de dar forma al «metaverso».