El ruido y el trajín son muy comunes en la carrera 18 con calle 17, en el barrio San Francisco de Bucaramanga. En ese sector abundan los talleres de motos, carros, ebanisterías y fábricas.
Pero la mañana del jueves, uno inusual prendió las alarmas: una fuerte detonación provino del local #17-33.
Un aparente descuido por poco resulta en desgracia para Miguel Ángel Velásquez y Damian Antonio Pedraza, trabajadores de una fábrica de químicos. Manipulaban una caneca de 55 galones de ácido nítrico-un compuesto corrosivo y bastante perjudicial al contacto humano-cuando, al parecer, cometieron un error de procedimiento. La caneca explotó y el peligroso líquido les cayó en sus rostros.
No fue mucho, pero suficiente para que les ardiera de manera desesperada.
Fue oportuno el llamado al Cuerpo de Bomberos de Bucaramanga.
“Tenían quemaduras de primer grado y su piel cada vez se les enrojecía más.
“Los sometimos a una ducha de agua permanente mientras llegaban las ambulancias para trasladarlos a un hospital.
“Por error se hizo contaminación del ácido y se tapó lo que generó una reacción de vapores internos y al no tener por dónde liberarlos la caneca explotó.
“Esa explosión sonó como una bomba. Como que le metieron una manguera contaminada de otro líquido y se les explotó.
“Quedaron lavados en todo el cuerpo y la cara”, contó el trabajador de un taller de madera ubicado al lado del local.
Según informaron las autoridades, Miguel y Damian se encuentran estables y fuera de peligro.
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Heridos por explosión en San Francisco están fuera de peligro
Según informaron las autoridades, Miguel y Damian se encuentran estables y fuera de peligro.
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