A Sandra Villamizar Mantilla hace tres años le detectaron cáncer de mama.
Dice que su entorno cambió, dio un giro de 180° y que la vida desde ese momento la marcó.
Cuenta que tuvo que ir al médico cuando sintió una masita en su seno derecho; allí los resultados de la ecografía y la biopsia le arrojaron un resultado negativo. Su diagnóstico: cáncer de mama.
“En ese momento me sentía agotada y cansada. No le dije nada a mi familia para no preocuparlos. Pasaron los días y logré hablar con una hermana. Le conté y lo triste fue cuando ella me dijo que tenía los mismos síntomas y decidimos acudir al médico. El resultado: también arrojó cáncer de mama”, comenta esta florideña.
De inmediato las dos, con el mismo diagnóstico, comenzaron los tratamientos con el objetivo de lograr los mejores resultados.
“Inició el camino de las quimioterapias. Hicimos cirugía y la ‘quimio’, las dos al mismo tiempo, pero a la inversa. A mi me hicieron 45 radioterapias y 16 quimioterapias, un proceso que en tres años le va cambiando la vida. Aunque lo fuerte ya pasó, tenemos 7 años más de cuidado, de control hormonal y mostrando la mejor actitud”, dice Sandra, hoy a sus 43 años, trabajadora y madre cabeza de hogar.
“Vivo la vida disfrutando cada momento, cero vergüenza, no hay que tener miedo, siempre hay que hacerse el autoexamen y se debe acudir a tiempo para que la enfermedad no avance”, concluye.
En el Día Internacional contra el Cáncer de Mama el Ministerio de Salud recordó a las mujeres entre los 50 y 69 años hacerse la mamografía bilateral cada dos años. Igualmente, señaló la importancia de hacer tamizaje a la población a partir de los 40 años.
Enfermedad pa’ tratar con ‘pinzas’
El cáncer de mama puede presentarse en las mujeres y raramente en los hombres. Los síntomas del cáncer de mama son las protuberancias en el pecho, las secreciones de sangre del pezón y los cambios en la forma o la textura del pezón o el seno. El tratamiento depende de la etapa del cáncer. Puede consistir en quimioterapia, radioterapia o cirugía.
