Antes del feroz ataque departían en la casa donde Leonardo reside como inquilino, en el barrio San Expedito de Floridablanca.
Se tomaban unos tragos pero no se sabe qué pasó después, qué discusión tuvieron ni por qué, para que pasaran a querer matarse.
Los lances iban y venían, hasta que David apuñaló a Leonardo en el cuello y el abdomen dejándolo tan malherido que no pudo huir.
La casa está a mitad de un empinado callejón al que se accede por escalones. Si huía moría desangrado.
No tardó en correrse la voz de que le había daño puñal a “Ñau”- así conocían en el barrio a David-. Pronto llegaron sus familiares y ‘parceros’ hasta el andén de la casa. Ahí estaba tendido David, bocarriba, con la respiración ‘cortada’.
El eco estremecedor provocado por los gritos de la familia se oyó en todo el sector y la furia se desató.
Leonardo tuvo que encerrarse, sabía que lo matarían si salía.
El arribo de las autoridades fue oportuno para que no se derramara más sangre en San Expedito. Montaron a Leonardo en una patrulla de la Policía y se lo llevaron rumbo al HIC de Piedecuesta.
Los ‘parceros’ de “Ñau” tomaron represalias
Luego, hasta la estación de buses del Portal del Tejar llegaron los enfurecidos amigos de “Ñau”. Sabían que ahí estaba parqueada una motocicleta que sería de Leonardo. No dudaron en incinerarla. La máquina quedó totalmente calcinada. Leonardo se salvó de terminar linchado y aunque tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, se encuentra estable. Está en custodia de la Policía.