Entre 2017 y 2020, en Santander, se han aplicado 23.018 primeras, segundas y terceras dosis de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano, VPH.
El comportamiento de la vacunación de este tipo, en el departamento, es bajo y con la pandemia la cobertura varió considerablemente.
De acuerdo con los registros oficiales, en el departamento, durante 2017 se aplicaron 3.917 primeras dosis, 2.840 segundas dosis y 416 terceras dosis. En 2018, se suministraron 3.857 primeras dosis y 877 segundas dosis.
En 2019 fueron 4.405 las primeras dosis aplicadas y 1.388 las segundas dosis. Y, en 2020, 4.002 primeras dosis y 1.257 segundas dosis.
Entre 2018 y 2020, no se evidencian registros de terceras dosis y a juzgar por los indicadores oficiales cada vez son menos las niñas que logran completar el esquema.
Para la prevención primaria del cáncer de cuello uterino, el Ministerio de Salud y Protección Social, a través del Programa Ampliado de Inmunización, PAI, brinda sin costo la vacuna tetravalente contra el VPH, a niñas de cuarto grado con edad mayor o igual a 9 años o más, hasta undécimo grado, al igual que a todas las mujeres no escolarizadas desde los 9 años hasta los 17 años.
La vacuna fue aprobada en Colombia desde 2008, pero solo se introdujo al PAI en agosto de 2012. Inicialmente, el esquema establecido por MinSalud contemplaba tres dosis. La primera dosis se aplica cualquier día dentro del rango de edad anteriormente señalado, la segunda dosis se programa a los 6 meses y la tercera dosis a los 5 años después de la primera dosis.
Sin embargo, en los últimos registros, el Ministerio señala que el esquema nacional es de dos dosis y solo a las niñas que presenten inmunocompromiso por enfermedades autoinmunes, VIH, cáncer, trasplante o terapias inmunosupresoras, se les recomienda un esquema de tres dosis. Esa tercera aplicación sería seis meses después de la primera.
Las autoridades prevén que este descenso en la cobertura se presenta por la pandemia del COVID-19 y porque son muchos los mitos que se han generado en torno a este biológico. No obstante, ciudadanos responden que hay escasez de la vacuna y el esquema no es claro.
En una de las quejas recibidas por Vanguardia, la madre de una menor señala que cuando su hija cumplió 9 años, el pediatra le dijo que le aplicara la vacuna contra el VPH, pero solo siete meses después pudo hacerlo.
“Mi hija cumplió los 9 años en febrero y solo hasta septiembre le pusieron la primera dosis. Siempre decían que no habían, cuando realizaban jornadas de vacunación recorríamos hasta cuatro puntos en Bucaramanga buscándola y nada”, comentó.
Otra madre, por su parte, dijo que “mi hija solo tiene dos dosis porque cuando le aplicaron la segunda nos dijeron que solo eran dos, pero uno revisa el esquema que plantea el Ministerio y dicen que son tres dosis”.
“Después de seis meses de haber cumplido el tiempo para la segunda dosis, pude completar el esquema de vacunación de mi hija de 11 años. Me parece terrible que jueguen así con la salud de nuestros hijos y que nadie esté controlando la aplicación”, agregó otra ciudadana.
¿Por qué es tan importante esta vacuna?
Bladimiro Rincón Orozco, profesor de la Escuela de Microbiología de la Universidad Industrial de Santander, UIS, confirmó que la cobertura de la vacunación contra el VPH sigue siendo baja. “Las niñas que están actualmente en el colegio, de estratos 4 y 5, aceptan muy bien la vacuna, pero con las de estratos 1,2 y 3, no sucede eso porque no tienen el consentimiento informado de los padres”.
A raíz de estudios realizados, dijo Rincón Orozco, se ha concluido que los padres creen que la vacuna les va a dar más libertades sexuales a sus hijas y, por otro lado, que sigue vigente ese episodio que ocurrió en El Carmen de Bolívar y que tuvo tanto movimiento mediático. Asimismo, que hay un desconocimiento total de la enfermedad.
“La gente sigue creyendo que la vacuna tiene un efecto adverso que puede llevar a problemas de salud como desarrollar el síndrome de Guillain-Barré u otras enfermedades autoinmunes”, precisó.
La vacuna contra el VPH, explicó el profesor de la UIS, se le aplica a niñas menores de 14 años, antes de que empiecen su vida sexual. Sin embargo, no hay límite de edad para inmunizarse, solo que en el territorio nacional las mayores de 18 años deben comprar sus dosis que en promedio cuesta $150.000 cada una.
Este biológico, cabe destacar, fue desarrollado para proteger contra dos genotipos de alto riesgo que son 16 y 18, y contra dos de bajo riesgo que serían 6 y 11.
“En Colombia circulan casi todos los genotipos de alto riesgo (son al menos 14), que producen principalmente cáncer de cuello uterino, cáncer vaginal, cáncer anal, cáncer de pene y cáncer de cabeza y cuello”, subrayó.