En el Salón Rojo del Hotel Tequendama de Bogotá, rodeada de simpatizantes y de cámaras, Piedad Córdoba selló su unión al Pacto Histórico. Con su pierna derecha enyesada, leyendo un discurso ya preparado, prometió la victoria: “Yo estoy aquí por Gustavo Petro y vuelvo por él porque estoy convencida de que vamos a ganar las elecciones”.
“He regresado porque me llama la historia, por encima de vanidades o animadversiones”, dijo, tal vez refiriéndose a los tiempos en que a ella y a Petro los separaba la misma política que hoy los une. Entre 2018 y 2019 la relación de los hoy aliados no fue nada buena.
La política de izquierda relacionó a Petro una y otra vez con la extinta guerrilla de las Farc en las elecciones de 2018 en las que Iván Duque ganaría la presidencia. Sus declaraciones de entonces en los medios distan mucho de las de ahora. En una entrevista con la revista Semana llegó incluso a asegurar que no votaría nunca por Petro y que podía decir, “casi que con seguridad”, que él jamás sería presidente de Colombia.
Las críticas de la actualidad tienen otros destinatarios. “La realidad lo demostró, que con el expresidente César Gaviria había nacido el Partido Neoliberal. César Gaviria, el presidente del Partido Liberal, del extinto pues”, señaló aludiendo al director de los liberales, jugado en esta campaña electoral por el candidato Alejandro Gaviria. Córdoba llega al Pacto Histórico sonando fuerte para liderar la lista al Congreso del movimiento.
Tras más de un año de silencio, Córdoba explicó su regreso: “Había decidido no seguir haciendo lo mismo dentro de un sistema electoral que carece de transparencia. Por ello me alejé de los últimos comicios. Pero me resisto a ser indiferente de este momento histórico, porque justamente no regreso a hacer lo mismo. Retorno a las urnas con el Pacto Histórico a dejar de ser oposición, me postulo para ser gobierno junto a Gustavo Petro y el Pacto Histórico”.