Envejecer es natural, pero hay otros factores que aceleran el deterioro del rostro.
Algunos de ellos son el estrés y los malos hábitos de alimentación; sin contar con la presión del uso del tapabocas por estos días.
Los especialistas han empezado a notar que por cuenta de ello, los rostros están luciendo cansados y envejecidos.
Varios estudios han determinado que debido a la presión de los tapabocas, la fricción y el aumento de temperatura y humedad, tienden a dañar la barrera de la piel, causando ardor, picazón, ampollas, úlceras o piel reseca.
Para quienes tienen piel sensible o condiciones pre-existentes de acné o dermatitis, hay una mayor susceptibilidad.
Además, la presión de la mascarilla puede desplazar la grasa que se encuentra en la cara, sobre todo justo a los dos lados de la nariz, en los pómulos hasta las cuencas de los ojos
También ralentiza la circulación sanguínea y produce retención de líquidos.
Este desplazamiento puede ir hacia la zona inferior del contorno de ojos y producir ojeras y bolsas pronunciadas. También baja hacia la mandíbula en forma de doble mentón.
¿Qué se puede hacer para evitar esta afectación?
De acuerdo con la revista Saber Vivir, para prevenir estos daños, puede hacer:
- Descansar del tapabocas cuando sea posible
- Rotar entre distintos modelos y materiales
- Hidratar la piel antes, durante y después de usarlo
- Evitar irritantes que sensibilicen aún más a la piel.
