Sus manos son brillantes, pero más su mente. Así es Diana Carolina Malaver Méndez, una bogotana que llegó hace más de 18 años a Bucaramanga y con sus manualidades tiene lo que muchos envidiarían, talento.
Su trabajo, elaborado en tela y foami llevó a esta joven talentosa a no ‘arrugarse’ en esta pandemia y por el contrario, decidió salirle al corte al emprendimiento.
La habilidad, que la comenzó a desplegar a los 13 años, la encaminó a hacer figuras idénticas de personas llamativos de la industria comercial y así busca la manualidad perfecta a la luz de los ojos.
“Desde muy niña me gusta idear todo tipo de manualidad; es algo que le irradia alegría. Los personajes infantiles son una expresión colorida que le fascina y ahora, con más tiempo, mi motivación es la misma a la de mis clientes que solicita tener un personaje de su infancia, algún recuerdo y eso para mí es algo lindo, poder complacerlos”. expresó Diana.
Cuenta que hace dos años atrás varios colegios y jardines la contrataban para la elaboración de temáticas con material didáctico y la decoración de sus aulas.
También se lucía en fiestas y cumpleaños, donde buscaba el adorno perfecto para la escenografía que la contrataran.
“Se hacían varios trabajos, muchos me decía que de lujo, pero llegó la pandemia y se nos ‘acabó la fiesta’. Esto no fue impedimento y seguimos adelante. En mi casa coloqué mi pequeño taller y decidimos impulsar este nuevo producto, elaborado a mano, con pliegos coloridos, fibra siliconada y un poco de ingenio”, dice Diana, de tan sólo 35 años.
Cada muñeco tiene aproximadamente 35 centímetros de alto y su precio oscila entre 30 y 40 mil pesos.
“Este es mi arte. Mi esposo mi mayor consejero y el voz a voz para mis clientes. Mi hija es mi publicista y la que me ayuda en redes sociales a darle ‘movimiento’ a estos trabajos. Así nos movemos en mi hogar, aprendiendo cada día con talleres de artesanas de Brasil y buscando siempre la perfección”, concluye.