¿Quién dice que el graffiti no es para todos, cuando esa forma de arte está llegando a poblaciones donde no se les da el espacio para demostrar talento?.
Para ellos se creó el ‘Institutober’, un colectivo de arte urbano en Bucaramanga que tiene como objetivo incentivar y promulgar el arte como medio de reivindicación y reinserción social.
El agrupado quiso trabajar con la comunidad sorda, haciéndola partícipe de una capacitación así como de un workshop de graffiti, donde les enseñaron técnicas para el uso del aerosol y otras herramientas con las que pudieran dejar salir toda su creatividad.
Andrés Duarte Prieto, vocero del Institutober, afirmó que “decidimos trabajar con la comunidad sorda desde hace 3 años desde una aplicación que se llama Incluyentes. A partir de ese trabajo, desarrollado con Alvaro Albarracín, ingeniero de Sistemas de la UTS y líder sordo, consideramos que era importante y necesario abrir este espacio ya que existe una barrera con las personas sordas, porque muchas veces no se generan esos espacios de inclusión o muchos piensan que no pueden formar parte de las actividades cotidianas”, dijo Duarte Pico.
Así fue el taller
Para hacer posible esta actividad se contó con un intérprete, diez personas sordas y 20 oyentes. Allí se abordaron cinco técnicas para el buen uso del aerosol.
“Cada participante recibió un aerosol y un lienzo, además del acompañamiento y conocimientos del Artista Gráfico ‘Scrawl Graffiti’ quien cuenta con más de 11 años de experiencia creando muralismo en Colombia y otras partes del mundo”, añadió el joven.
Tras este encuentro, se espera que el próximo 25 de febrero se realice una nueva jornada de capacitación, que en esta oportunidad traerá una etapa práctica. Es decir, esta comunidad podría estar plasmando su primer graffiti en un sitio que aún está por confirmar.