En medio de una tasa de desempleo tan alta como la que presenta el país actualmente (15,6 %), sería fácil pensar que las personas desempleadas aceptarían cualquier oferta que les resulte. Eso, sin embargo, no es así, pues los colombianos tienen aspiraciones distintas según la edad, el género, la educación y el estrato social, entre otras.
“Cuando el salario de reserva es más alto que el que ofrecen las empresas aparece un tipo de desempleo que la economía llama voluntario. Depende de múltiples factores como las características personales, la existencia de subsidios al desempleo, el estado civil, la etapa del ciclo económico en que se esté o el último salario recibido, entre otros”, explicó Dewin Pérez, director del Observatorio del Mercado Laboral de Cartagena y Bolívar.
Más años y educación, mayor sueldo se espera
Las persona menores de 25 años tienen un sueldo de reserva más bajo y los de entre 56 y 65 años tienen el más alto.
Según el estudio, la diferencia es mayor en los de ingresos altos.
En cuanto al nivel educativo, los universitarios o los que tienen postgrado son los que estarían dispuestos a trabajar por un salario más alto si quedaran desempleados. En cambio, los que no tienen estudios o solo cuentan con primaria aceptarían la oferta más baja.
Los ricos buscan más
Como era de esperarse, el informe señala que las personas ricas tienen un mayor costo de oportunidad que las de menores recursos. Es decir que, a pesar de estar desempleadas, trabajarían solo si se les ofrece un salario mayor. Es apenas normal si se entiende que son personas acostumbradas a salarios altos.
Por ejemplo, un trabajador de ingresos más bajos aceptaría una oferta laboral por 1869,7 pesos la hora, lo que representa unos 388.000 pesos al mes; mientras que otro de ingresos altos solo se quedaría con ella si le pagaran unos 2,5 millones de pesos mensuales.
Por sectores
El salario de reserva más alto se encuentra en la minería y en el financiero, mientras que en el sector comercio, hotelero y de restaurantes las personas estarían dispuestas a trabajar por menos plata.
En el transporte, la agricultura, la construcción y la manufactura también hay un menor costo de oportunidad.
El estudio también analizó los resultados por regiones. El costo de oportunidad más bajo se ve en el Pacífico y en el Atlántico, mientras que Bogotá exhibe el más alto siempre.
Entre los pobres, los de mayores aspiraciones salariales están en Medellín, seguido de Tunja, Bucaramanga y Bogotá.
Las mujeres esperan menos
El informe también indica que el salario de reserva de las mujeres es menor que el de los hombres. Ellas estarían dispuestas a aceptar una oferta por menos dinero en caso de quedar desempleadas, aunque las que tienen hijos esperan más.
Según cuentas, si un hombre que pertenece al grupo de los que menos ingresos reciben en el país y que gana por hora 2686,2 pesos perdiera su trabajo, aceptaría una nueva oferta si, como mínimo, le prometen 1971,3 pesos (unos 410.000 pesos al mes). En cambio, una mujer con hijos que gana por hora 2421,7 pesos, estaría dispuesta a aceptar esa misma oferta por 1775 pesos (unos 369.000 pesos al mes).
En el caso de los mayores ingresos pasa igual, aunque con menos diferencia. Los hombres aceptarían sólo si les ofrecen 12.544,1 pesos la hora, es decir unos 3,6 millones de pesos al mes, mientras que las mujeres lo harían por 12.119,5 pesos: 2,5 millones de pesos mensuales.