Los hospitales de San Gil, Socorro y Vélez entraron en fase de alistamiento para atender todo lo concerniente al sistema de vacunación contra el COVID-19, que empezará en el país el próximo 20 de febrero de acuerdo con los anuncios del Gobierno Nacional.
En un recorrido por las tres instituciones, funcionarios de la Gobernación de Santander llegaron hasta las entidades para ver qué hay y qué se necesita en el nuevo reto que enfrentarán. Además de hacer el proceso de vacunación a parte o el total de la comunidad, estas empresas del estado servirán como centro de acopio de las todas las dosis de sus provincias.
Esta es una preparación similar a la que se hizo cuando “iniciamos el plan de contingencia en la atención del atención COVID-19”, se tienen que mirar los espacios existentes, el personal y los procesos, dijo Carlos Cáceres Serrano, gerente del Hospital Manuela Beltrán del Socorro.
“Siguiendo los lineamientos del Gobierno Nacional estamos haciendo estas visitas, revisando los centros de acopio provinciales. Empezamos en Vélez, Socorro y San Gil, revisando infraestructura, dotación, insumos, talento humano, mirando como se va a garantizar el servicio de vacunación”, aseguró Javier Villamizar Suárez, secretario de Salud de Santander.
Lo importante es que para el 20 de febrero ya todo esté organizado y no se presente ningún tipo de traumatismo, puntualizó el vocero departamental.
Lo importante
Entre las cosas que deben determinarse en este proceso, es si los espacios existentes para las vacunas del Programa Ampliado de Vacunaciones, PAI, son aptos para almacenar y distribuir también las dosis contra el COVID-19.
Cáceres destacó que entre los parámetros a decidir es si se requiere soporte tecnológico, más enfriadores y talento humano capacitado. Esta adaptación no será tan compleja como la de la adaptación de las zonas COVID-19.
El gerente del hospital socorrano explicó que se busca aprovechar toda la infraestructura existente y ahora, en el caso del Manuela Beltrán, se evalúa la posibilidad de cambiar las dosis que hay del sistema de vacunación a otro lugar y dejar ese espacio solo para vacunas contra el virus que ha generado la Pandemia.
La gran incertidumbre que enfrentan los hospitales es saber cuántas vacunas van a llegar, porque solo así se puede calcular cuántos enfriadores más se requieren, al igual que el personal para el proceso de inmunización.
En Santander se necesitan 1,2 millones de vacunas aproximadamente para proteger del virus al 70% de la población aproximadamente, dijo el secretario de Salud departamental.