La pasión por las motos lo hizo estrechar lazos fuertes con sus compañeros; el club era como su segundo hogar.
“Era el líder que nos indicaba las señales en cada ruta, en las rodadas siempre estaba al final, pendiente de los compañeros nuevos”, expresó Efraín Abaunza, líder del club.
Despedir a Antony, su compañero motero, el piloto #16 los dejó desconsolados, no podían creer que era él quien había perdido el control en una curva a bordo de su moto de alto cilindraje y al chocar con una camioneta, los múltiples traumas apagaran su fugaz vida.
“Hicimos todo lo que pudimos… Esto fue duro para mí, tener que ver como un amigo chimero pierde la vida en nuestros brazos”, expresó Edward Quiroga, uno de los paramédicos que auxilió a Farid. Quienes presenciaron el fatal suceso contaron que durante 20 minutos lo estuvieron reanimando pero no resistió.
Ocurrió el sábado en la tarde, Farid salió de Bucaramanga rumbo a Bogotá para comprar unos repuestos para su moto de alto cilindraje de placa NUO82E, lo acompañaba una mujer como parrillera, ella sufrió algunas heridas y fue trasladada al Hospital de Aratoca.
No se sabe si fue por falta de pericia que Farid no pudo maniobrar su máquina; algunos culpan al mal estado de la vía, otros dicen que iría en ‘descontrol’ pero en la curva del kilómetro 24 de la vía Aratoca-San Gil han ocurrido muchos accidentes, muchas vidas han terminado allí en el asfalto.
En Chima, Santander están de luto. Farid era muy estimado, allí creció y nació su afición por las motos, salió del pueblo hace algunos años para radicarse con su mamá en la ‘Ciudad Bonita’. Era el único varón de dos hijos.
Antony tenía pensado regresarse el martes de Bogotá y entrar al pueblo a saludar a su padre y sus abuelos.
Ahora todos están destrozados, se quedaron las ganas de volver a verlo.