El pasado 13 de agosto la vida de Angélica Jaramillo dio un giro inesperado tras publicar una historia en Instagram confesando que llevaba muchos años consumiendo drogas, porque le daban una felicidad momentánea. A raíz de la viralización del video y el escándalo mediático, sus hermanas decidieron internarla en un centro de rehabilitación en Medellín, del cual ella logró escapar hace pocos días. Ahora, busca retomar su carrera musical, participa en una producción de Netflix y hasta está escribiendo su libro biográfico. Hablamos con ella.
¿Qué pasó el día en que publicó ese video?
Días después del matrimonio de mi hermana, me encerré porque recordé mucho mi matrimonio, que fue en 2003. Sentí que debía hablar con alguien y fui a buscar a otra amiga. Terminamos en la casa de un conocido y allí había gente consumiendo, uno de ellos me ofreció. Lo acepté, a pesar de haberme mantenido limpia durante todo el año. Rompí una promesa personal, y al fallarme, decidí hablarlo en las redes sociales. No dimensioné el impacto. Fue un choque emocional para mi familia.
¿Cómo llega al centro de rehabilitación?
Recuerdo que al llegar, reviví el secuestro que tuve con mi esposo en 2008, por el cual pagamos el rescate, y guardé ese trauma durante años. Ese día, yo creí que estaba secuestrada. Fueron días de estrés y violencia. Me encerraron en un cuarto con rejas y candados. Estuve inconsciente por dos días. Al despertar, me explicaron dónde estaba, pero yo seguía convencida de que era un secuestro.
¿Cómo fue su convivencia con las otras personas?
Un compañero me apoyó desde el primer día. Compartimos historias y decidí documentarlas. Estoy escribiendo un libro con esas vivencias. Conviví con ludópatas, mitómanos, drogadictos, alcohólicos e incluso personas que habían cometido crímenes. Vi en cada uno un reflejo de mí misma. Le agradezco a Mario José Julio, mi psicólogo, quien me ayudó a recuperar mi paz y fuerza interior.
¿Cada cuánto consumía drogas?
Era algo social. Lo hacía cuando quería, pero no por ansiedad o depresión. Sí hubo momentos de soledad, pero no lo hacía en medio de la angustia. Era un proceso que no había compartido con nadie.
¿Cómo se dio la fuga?
Planeé mi salida y le pedí a Dios una oportunidad. Cuando se enfermó el cocinero, vi la ocasión perfecta, ¡corrí sin mirar atrás! Mi madre, mi ángel, me ayudó a llegar a salvo. Ella creía que estaba en un proceso de rehabilitación exitoso, pero la realidad era otra.
¿Ya pudo hablar con sus hijos?
Sí, las cosas ya se han calmado un poco. Hubo malentendidos por lo que se les dijo, pero todo está aclarado. Ahora espero recuperar mis documentos y ver qué sucede. Estoy esperando que me entreguen mi cédula digital para poder viajar a verlos.
¿Qué mensaje le gustaría darles a nuestros lectores?
A veces no dimensionamos lo que hacemos y somos tan irresponsables con nuestros actos, que no miramos a quién le podemos hacer daño. Pido disculpas enormemente a mi familia, por haberlos llevado a atravesar esta situación y ahora quiero obrar a través del amor y del perdón. Mi mensaje es principalmente a los jóvenes. Yo empecé a consumir desde el colegio y ya voy a cumplir 40, por eso les digo que no se dejen influenciar, por favor no lo hagan ni por curiosidad. Miren por todo lo que he tenido que atravesar. Son duros los procesos por los que yo he tenido que atravesar. ¿Qué se pierde? Sí, y se pierde mucho, se pierde credibilidad y recuperarla es difícil. Apégate al talento que tengas, apégate a lo que puedas aprender y a quienes te enseñen cosas positivas y de crecimiento profesional, a tu madre y a tu padre que no te van a decir las cosas por maldad sino por tu bien.
¿Qué viene ahora para Angélica Jaramillo?
Estoy pasando por un proceso de transformación, después de todo lo que viví, valoro tanto los talentos que Dios me ha dado: soy escritora y cantante. Ahora vengo con dos temas musicales que grabé con Moisés Sánchez, tituladas ‘Esto es para mí’, un flamenco, y la siguiente es un merengue titulado ‘Con ese papacito’. También grabo una serie en Netflix que se llama ‘Los santos’, y yo voy a ser una santa (risas). No, en serio, estoy juiciosa. También preparo el lanzamiento de mi libro, falta pulirlo y espero no demorarme mucho. Yo creo que a finales de año o principios de 2025 estará listo. ¡Lo que hay es trabajo!