Quizá usted pueda llevarse un susto al pasar de noche por la carrera 40, cerca a Limoncito y Los Andes, y no por la inseguridad sino por la imponente decoración de la casa ‘embrujada’ de Carlos.
Con lápidas bordeando los muros, dos brujas ‘custodiando’ la calle y la figura de La Muerte vigilando desde el techo, esta vivienda se ha convertido en un atractivo urbano que impresiona a propios y extraños.
Carlos Duarte Romero, de 45 años, es quien llevó a otro nivel el espíritu de Halloween en el barrio Altamira de Floridablanca. “Hace siete años tuve la idea y al principio mis padres veían con recelo la situación por el alto costo, pero al final valió la pena al ver la gran acogida que tuvo” reveló este florideño entusiasta.
Desde que se hizo viral su hogar, la familia ha recibido la visita de inmemorables medios de comunicación y hasta familias que venían de visita a tierra santandereana. “Aquí vino hace unos días una familia china que estaban de viaje y les contaron de la casa. Al final esa es la idea que los niños disfruten de la fecha” manifestó Duarte.
Es común que en la noche del 31 de octubre se acerquen entre mil y dos mil niños disfrazados. Y para este año, Carlos quiere brindarle una bolsita de dulce a cada infante que llegue junto a su familia.
Es por eso que dispuso de un estudio fotográfico en el garaje de la vivienda. Hay dos planes para vivir la experiencia. El plan Brujita 1 cuesta 15 mil pesos y consta de una fotografía instantánea, además dos tomadas en el celular de los visitantes. Y también ofrece el plan Brujita 2, cuyo valor es de 10 mil pesos por tres fotos tomadas en su teléfono.
Eso sí, las fotos en los alrededores de la casa son completamente gratis, aunque se recomienda cuidar la decoración ya que es un trabajo de prácticamente un año.
“En total creo que he invertido entre unos 50 a 60 millones de pesos con todas las decoraciones de los últimos 7 años” reveló este ‘arquitecto del terror’.
Y a pesar de que el fuerte viento ya ha saboteado la estabilidad del ‘puro hueso’ encima de su techo, él no ha dudado en volverse a subir para que la casa se vea perfecta para la gran noche del Día de los Niños.
Redacción y fotografía: Felipe Jaimes Lagos.