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Niños les dedican sus poemas al entrenador y a los jugadores del Atlético Bucaramanga

A través de bellos poemas y acrósticos, los pequeños expresan su amor por el fútbol y evidencian cómo lo que sucede en el campo deportivo tiene grandes resonancias en sus escritos y en sus propias vidas.

Entre poemas, acrósticos e incluso ‘jugadas de buenas letras’, y en medio de las graderías, las barras y los goles, dos niños hermanos se aferran al lápiz y al papel con la misma pasión con la que sus ídolos toman el balón.

Ellos no están planeando jugadas ni tácticas, ni mucho menos estrategias; ellos solo dedican sus buenas plumas para escribir poemas y acrósticos en homenaje del técnico y de los jugadores de su amado equipo: el campeón Atlético Bucaramanga.

Alexis Jhoan Leal Vesga y Natalia Celine Leal Vesga tienen su propio ‘partido’ de creación literaria, el cual bautizaron así: ‘El Club de Lectura, Mis Primeros Cuentos’.

En sus manos sostienen hojas abiertas con páginas en blanco, listas para ser ‘tatuadas’ con palabras que hablan de sueños, de victorias y del amor incondicional por el equipo de la Bonita.

El poema de Alexis Jhoan al arquero Aldair Quintana, dice así: “Atajador dinámico, imbatible; la cabaña, firme la resguarda; derrotarlo es casi imposible; Aldair, la gran estrella leoparda…”

“El Atlético Bucaramanga es mi pasión, me hace latir el corazón”, dice el pequeño, de diez años, en un verso sencillo, pero lleno de sentimiento.

Cada poema es único! De manera general hay acrósticos con los nombres de los jugadores, organizados en cuartetos con rima, algunos con versos endecasílabos, alejandrinos y octosílabos. También se encuentra un soneto, como en el caso del texto escrito a Leonardo Flores. Son el resultado de participar en tertulias literarias y la guía poética del maestro Mario Alfonso Bautista, autor del libro Poemario.

Mientras tanto, Natalia Celine, de 14 años y reconocida como una figura de la literatura infantil, le escribe así al entrenador Dudamel: “Resiliente entrenador / Asertivo en cada práctica / Famoso, logró ganador / Al leopardo con su táctica. / Es un técnico legendario, / la estrella bien mereció / Dudamel lo necesario / Un día hizo y logró. / Demostró: no existe nada / A lo que se crea imposible, / Manteniendo fe y confianza / Es cualquier reto posible. / La inspiración y el valor / Transmitió a sus jugadores / Encendiendo ese motor / Con el que fueron campeones. / Nos enorgullece a todos: / ¡Inquebrantable pensador! / Con los chicos motivados / Otra vez será el vencedor”.

Para estos pequeños, cada partido es más que un evento deportivo: es una oportunidad de ver a sus héroes luchar en el estadio.

Los acrósticos fluyen como goles en una final. Uno de ellos, el del chino F-A-B-I-Á-N S-A-M-B-U-E-Z-A, dice que él es: Firme jugador en la cancha / Atacante singular / Buenísimo cuando engancha / Imbatible y popular. / Ante el arco en partido / Nunca vas a perdonar; / Hermoso disparo ha sido / El que en gol va a terminar. / Calidoso jugador / Talentoso y sin igual; / Optimista y ganador, / Rápido y excepcional. / Sambueza, gran futbolista, / amable y respetuoso / Mágico centrocampista, / brillante y muy valioso. / Un fútbol sensacional / Expone siempre, muy fino; / Zurdo no es, pero igual / Ambas le sirven al “chino”.

Para los niños, estos escritos son más que un simple pasatiempo. En sus palabras se refleja una lección profunda, la cual deja claro que el deporte, y en este caso el fútbol, trasciende la cancha.

El Atlético Bucaramanga no solo es un club que compite en la liga; para ellos, es un símbolo de unidad, de esfuerzo y de esperanza. Los jugadores representan a la ciudad, y cada pase o cada gol es una forma de decir “aquí estamos”, con fuerza y convicción. El más grande sueño de los niños es que los actuales campeones lean estas palabras que, con tanto esmero le dedican, para que ellos sepan que, además de luchar por la victoria, son fuentes de inspiración para las nuevas generaciones.

En un mundo donde los éxitos deportivos suelen medirse en títulos y trofeos, es reconfortante ver que, para estos pequeños poetas del balón, el fútbol es también un espacio para la imaginación, para la creación y para la admiración.

Porque, al final del día, en los corazones de estos dos hermanos, el Atlético Bucaramanga siempre será más que un equipo; será poesía en movimiento, escrita en los versos de aquellos que aún ven el mundo con ojos de asombro. ¡Qué bien!

Y esos héroes se convierten en figuras cercanas y queridas, a quienes quieren agradecer con su propia manera de expresar amor: la poesía.

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