Imagine por un momento la siguiente escena: un hombre ha estado consumiendo licor durante varias horas en una tienda, y al llegar a casa, tiene una discusión con su pareja o hijos. En un arranque de furia, toma un arma e intenta agredirlos. ¿Qué solución propondría para esta situación?
En la mayoría de los casos, cuando esto sucede, se hace el llamado a las autoridades. Allí acude un cuadrante de Policía y los uniformados le piden a la persona que se calme, pero como no ha cometido delito alguno, no puede ser trasladado a la Fiscalía. Lo cierto es que el riesgo para esta familia persiste porque la persona alicorada puede atentar contra alguno de ellos.
Para evitar situaciones como estas, la Alcaldía de Bucaramanga proyecta la construcción de un sitio especializado conocido como Centro de Traslado por Protección, en donde son llevadas personas como estas hasta que los efectos de las sustancias que consumió se acaben.
Así operaría este Centro de Traslado en Bucaramanga
De acuerdo con el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, el Centro de Traslado por Protección, CTP, es un lugar con el que cuentan la Alcaldía y la Policía para mitigar temas como riñas, lesiones personales y hasta homicidios.
“Las personas que se encuentran en alto grado de exaltación, o hayan consumido licor, drogas y otras sustancias que los hagan tener comportamientos agresivos son llevados allí por cerca de 12 horas para evitar que se hagan daño o le hagan daño a los demás”, indicó Beltrán Martínez.
El mandatario local dijo que el CTP se piensa adecuar en una zona crítica del Centro de Bucaramanga, se comprará el lote y se ejecutará con recursos propios. Además, está avalado por el Ministerio de Justicia.
“Nuestra meta este año es dejar comprado el lote y ejecutar este proyecto durante 2025. Tenemos el diseño y el método de funcionamiento de este lugar. El terreno y su adecuación costarían cerca de $10.000 millones”, expresó el alcalde de Bucaramanga.
Por su parte, el secretario del Interior de Bucaramanga, coronel (R) Gildardo Rayo, explicó que “el CTP tiene capacidad para cerca de 200 personas. Allí hay una especie de habitaciones en los que permanecen las personas trasladadas. En cada espacio habrá monitoreo constante con cámaras de seguridad”.
Mientras las personas permanecen allí serán atendidos por profesionales entre los que se encuentran médicos, enfermeras, psicólogos , trabajadores sociales y abogados. Entre otros, los ciudadanos recibirán charlas para que reflexionen acerca de su estado. Allí habrá Policía y seguridad privada prestando vigilancia.
Una ambulancia también estará disponible de manera permanente por si algún trasladado registra quebrantos de salud.
Este Centro operaría 24 horas, siete días a la semana y contaría con dos buses que recorrerían la ciudad y adelantarían el traslado de los ciudadanos hasta la entidad. Por citar un ejemplo, si se reporta una riña en algún sector de rumba de Bucaramanga, allí acuden los buses y se llevan a los desadaptados.
Es importante aclarar que quienes son trasladados a este lugar no son judicializados, ya que no han cometido delitos. Sin embargo, si durante su comportamiento han causado daño a otra persona, serán llevados a una estación de policía, donde se definirá su situación judicial.
Otros servicios e el CTP de Bucaramanga
El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, dijo que, además de prestar este servicio, se busca que el Centro de Traslado por Protección se convierta en una Casa de Justicia en el ‘corazón’ de Bucaramanga, tal como la que opera en el barrio la Juventud, al norte de la ciudad.
“Buscamos tener en este lugar oficinas de Inspección de Policía, Comisaría de Familia, Personería y Policía Comunitaria, además de otras entidades, que presten servicios a la ciudadanía. Cuando esta infraestructura se ponga en operación impactará en la seguridad de la zona en la que se ubique”, indicó el mandatario local.
Otra de las posibilidades que se contempla para el CTP es la adecuación de personal de la línea Púrpura en la que se atenderían mujeres que han sido víctimas de violencia de género y donde se podría activar toda la ruta de atención para garantizar su protección.