Sumidos en un profundo dolor y con varias preguntas se encuentra la familia de Micaela Mariel Frette, una ciudadana argentina de 34 años, quien desapareció en el departamento de Cundinamarca de forma misteriosa y seis días después fue hallada muerta.
El sábado, 7 de septiembre, fue la última vez que Micaela fue vista con vida y se comunicó con su familia; ese día desapareció en horas de la tarde. Al parecer, la mujer minutos antes de perderse su rastro sostuvo una discusión con su pareja, quien respondería al nombre de Ricardo.
Según testigos, la discusión habría sido tan fuerte que Micaela habría decido regresarse junto con sus dos hijos, de ocho y 16 a Buenos Aires (Argentina). Micaela contactó a su familia y les expresó su intención de volver a su país natal.
Residentes de Supatá (Cundinamarca), ubicado a unos 76 kilómetros al noroeste de Bogotá, le indicaron a las autoridades que la mujer fue vista por última vez cerca de las 3:00 p.m., corriendo cerca de un colegio.
Seis días después, el jueves 12 de septiembre, el cuerpo de Micaela fue hallado en la quebrada El Muerto, en la vereda Imparal. Las autoridades reportaron que el cadáver no presentaba signos de violencia y que la causa de la muerte presuntamente era por inmersión.
Sin embargo, los familiares de Micaela han solicitado una investigación exhaustiva para descartar la participación de terceros en su deceso.
Un sueño frustrado
Micaela había llegado a Colombia en enero junto a sus dos hijos con la esperanza de reconstruir su vida y reconciliarse con el papá de su hija menor. Su pareja, Ricardo, a quien conocía desde hace una década y con quien había mantenido una relación tumultuosa en Argentina, le había prometido una vida mejor. Sin embargo, según allegados, esta promesa no se cumplió.
