En Indiana, Estados Unidos, en septiembre del año pasado, una terrible tragedia se desencadenó en una vivienda de donde un bebé de tan solo 6 meses de edad fue víctima de un horroroso ataque de ratas que habían invadido el lugar. En esta casa también residían otros tres niños, incluyendo una hermana del bebé afectado. Las autoridades tomaron conocimiento de estos horribles hechos y procedieron con acciones legales.
La situación llevó al arresto del padre, la madre y una tía de los menores. El padre y la madre enfrentan graves cargos de negligencia hacia un dependiente por haberlo expuesto a una situación de peligro. La hermana de la madre, que es madre de dos de los niños que vivían en la casa, también fue imputada por un delito adicional relacionado con la negligencia que resultó en lesiones corporales graves.
Según información de WEHT-TV, que Univisión también difundió, el bebé dormía en una cuna ubicada a escasos metros de la cama de sus padres. David Schonabaum, el padre, llamó de inmediato a los servicios de emergencia al descubrir a su hijo cubierto de sangre y con heridas causadas por las mordeduras de las ratas.
Bebé sufrió 50 mordeduras
Los informes oficiales revelaron que el bebé sufrió al menos 50 mordeduras de ratas en su rostro, incluyendo la nariz, frente y mejillas. Las peores lesiones se encontraban en sus manos, con algunos dedos afectados de manera severa, lo que requirió la amputación de varios de ellos. Además de las manos, el bebé de 6 meses tenía heridas en los brazos, piernas y pies, y las autoridades consideraron que su vida estuvo en peligro mortal.
Cuando los padres fueron interrogados acerca de por qué permitieron que su hijo sufriera estas terribles heridas, respondieron que no se percataron de que el niño estuviera llorando o en peligro.
Este no era el primer ataque de ratas en esta vivienda, ya que las niñas, hermana y prima del bebé afectado, habían relatado previamente a sus maestros que habían sufrido heridas mientras dormían, las cuales fueron causadas por roedores. Esto condujo a una investigación sobre las condiciones de vida de los menores, que aparentemente estaban mejorando.
Cuando la Policía llegó al lugar para socorrer al bebé, víctima de las mordeduras de ratas, descubrió una habitación en condiciones deplorables, llena de restos de comida y excrementos de roedores. Las huellas de estos roedores se encontraban en la sangre que había quedado en la cuna y en el suelo.
El padre afirmó que sabía que la casa estaba infestada de ratas desde que se mudaron, y había intentado eliminar la plaga mediante trampas y veneno, aunque lamentablemente sin éxito. Las dos mujeres detenidas por negligencia fueron identificadas como Angel Schonabaum y Delania Thurmon, la madre y tía del menor.
