La violencia sigue su curso implacable, sin discriminar por género ni fronteras. En Cúcuta, una vez más, una mujer fue víctima mortal de la criminalidad que se niega a ceder terreno.
La sensación de seguridad se desvanece, pues los sicarios, en su fría y silenciosa presencia, pueden aparecer en cualquier momento y a cualquier hora del día.
Precisamente, así sucedió ayer, a las 9:17 de la mañana, en la avenida 21A entre calles 12 y 13, del barrio Cundinamarca.
A esa hora, se respiraba un aire de tranquilidad, silencio y paz en este sector de la capital de Norte de Santander, pero el panorama cambió en cuestión de segundos.
#Atención #Video| La Opinión conoció el momento del ataque a bala que cobró la vida de una mujer en el barrio Cundinamarca de Cúcuta. En video quedó registrado el asesino. pic.twitter.com/yNeuIYMKe8
— Diario La Opinión (@laopinion_col) August 30, 2024
Una cámara de seguridad captó el preciso instante en que una mujer fue cobardemente asesinada por un sicario, quien ni siquiera tuvo el valor de enfrentarla de frente.
En los videos se observa cómo la víctima caminaba tranquilamente por el sector, vistiendo ropa deportiva y en una de sus manos, cargaba una chaqueta.
En la escena aparece un hombre que se movilizaba en una motocicleta azul. Vestía ropa negra, cargaba un bolso del mismo color en la parte delantera y tenía el casco puesto.
El sicario adelantó a la mujer y se estacionó a un costado de la vía, esperando que ella avanzara en su camino. Luego, sacó un arma de fuego con silenciador que escondía en el bolso y corrió unos metros hasta alcanzarla.
Por la espalda, cobardemente, le propinó cuatro balazos que la dejaron tendida en la mitad de la carretera, boca arriba y sin signos vitales.
Tras cometer el hecho, el hombre regresó hasta la moto y después de guardar el arma, huyó con rumbo desconocido.
El silencioso crimen no generó alerta en la ciudadanía, quienes a esa hora se dedicaban a sus quehaceres del hogar. No fue sino hasta que una mujer que transitaba por el sitio se percató del cadáver de la víctima, por lo que avisó a sus vecinos y a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).
El sitio fue rápidamente acordonado por las autoridades, mientras la comunidad observaba, consternada, el levantamiento que realizaba la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho).
“Pensamos que era una habitante de calle que siempre frecuenta por aquí y se llama Andrea, pero no, cuando nos acercamos a verla, ninguno de nosotros la conoció, a este sector no pertenece. Unos dicen que vivía en Belén, otros que en Rudesindo Soto”, dijo una residente del barrio.
Como la víctima no portaba documentos, no pudo ser identificada por las autoridades. En el lugar solo encontraron cinco vainillas y el celular.
Al cierre de esta edición, el cuerpo de la mujer permanecía en las instalaciones de Medicina Legal a la espera de que un familiar la identificara planamente.