En un hecho aberrante que conmocionó al barrio de La Candelaria, John Brayner Olmos Bustos, un joven de 20 años, fue enviado a la cárcel de San Sebastián Ternera tras ser el presunto responsable de un violento atraco que terminó en actos de delito sexual.
En la madrugada del pasado 5 de agosto, un hombre y una mujer caminaban por las calles del barrio La Candelaria cuando fueron interceptados presuntamente por Olmos Bustos y dos cómplices, quienes, armados con pistolas y armas blancas, los amenazaron.
Según las investigaciones realizadas por las autoridades, los presuntos delincuentes despojaron a las víctimas de su dinero y celulares, mientras el hoy procesado aprovechaba el caos para realizar tocamientos inapropiados a la joven, una muchacha de apenas 18 años.
El pánico se apoderó de la zona, pero gracias a la rápida acción de la Policía Nacional, el presunto agresor fue capturado. En el momento de su arresto, los uniformados le realizaron una requisa y se percataron de que aún llevaba consigo el arma blanca que, según la Fiscalía, habría utilizado durante el ataque.
Pese a la contundencia de las pruebas presentadas en su contra, Olmos Bustos se declaró inocente durante las audiencias preliminares. No obstante, un juez de Control de Garantías dictaminó su reclusión en la cárcel San Sebastián Ternera, donde aguardará el juicio por los delitos de acto sexual violento y hurto calificado, ambos con agravantes.
Otro caso de abuso sexual
Una fiscal del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) de la Seccional Atlántico logró que un juez de control de garantías de Barranquilla enviara a la cárcel a un hombre presuntamente responsable de someter, durante ochos años, a múltiples vejámenes sexualmente a sus cinco hijos, cuyas edades, para la época de los hechos, oscilaban entre 8 y 14 años.
El material de prueba aportado por la Fiscalía General de la Nación permitió imputar al procesado los delitos de acceso carnal violento y acto sexual violento, cargos a los cuales no se allanó.
Pruebas testimoniales en poder del ente acusador evidenciaron que el procesado habría aprovechado su condición de padre para someter a los menores, a quienes además habría obligado a incurrir en distintas prácticas de índole sexual.
Los hechos ocurrieron en una vivienda del barrio Villa de San Pedro II al suroccidente de la capital del Atlántico, donde el investigado vivía junto con las víctimas.
En cumplimiento de una orden judicial, el procesado, de 45 años, fue capturado por funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Policía Nacional el pasado 20 de agosto en el lugar donde se presume sucedieron las agresiones.