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En Villa Campestre ya inaguararon el ‘malecón del vicio’ de Girón

No hay nada que separe a los habitantes del barrio Villa Campestre II Etapa con la orilla del río Frío. La cerca que cumplía el rol de barrera protectora se derribó con la llegada del proyecto de los ‘Puentes Gemelos’.

La obra de infraestructura que busca mejorar la movilidad entre los sectores de Villa Campestre y Hoyo Caliente se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los residentes que cumplen más de 25 años viviendo en la zona. 

Es cuestión de días para que se estrene el paso del imponente puente de Hoyo Caliente, el próximo 5 de agosto. Sin embargo, algo que ya está habilitado desde hace tres meses es el riesgoso paso del cauce del río Frío.

En el lugar donde transitan niños y adultos mayores brilla por su ausencia una baranda que delimite la zona residencial de una caída mortal. Mientras que el puente presente un progreso del 100%, la reposición de la baranda de seguridad en Villa Campestre presenta un 0%. 

“Antes de que iniciara la obra, en el mandato de John Abiud Ramírez, se nos retiró la plazoleta de reuniones y cuando llegó el proyecto se nos quitó la cancha de fútbol, árboles y la cerca que impedía el paso de personas hacia el río” revela Mariana Rey, habitante del sector. 

Más allá de las promesas rotas, lo alarmante es que en la zona verde que limita con la fuente hídrica se reporta el uso frecuente de sustancias alucinógenas y el paso de habitantes de calle a altas horas de la noche. Por lo que la inseguridad es un nuevo mal que se vive en la urbanización.

Apróximadamente 20 vecinos se han visto interesados en entablar conversaciones con el máximo ente municipal y expresarle su preocupación con el fin de evitar alguna posible tragedia, sea por riesgo de caída o por posibles hechos violentos con consumidores de droga. 

Pero la respuesta oficial que han recibido por su parte ha sido que: “dentro del presupuesto de la construcción de los puentes no está contemplado el cerramiento de la zona”

Situación que asombra a la comunidad debido a que sólo quieren que les devuelvan la cerca que ya tenían instalada antes de que se construyera el megaobra de 400 metros de longitud. 

Esquivan motos

Marlene Villamizar, comerciante del sector, resalta que:”el sendero peatonal que teníamos era de gran ayuda porque facilitaba la circulación de los habitantes y sus vehículos”. Villamizar enfatizó que al acabar con el sendero que atravesaba desde la carrera 19 hasta la 21, es más común encontrarse con motocicletas de frente debido al estrecho espacio y poco visibilidad que hay entre cuadra y cuadra. 

De momento,  los habitantes de ‘la villa’ siguen sin tener respuesta por parte de la Secretaría de Infraestructura de Girón y continúan con su entrada ‘exclusiva’ al río.

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