Han pasado seis días desde que los familiares de Edualdo Contreras Campos no saben nada de su paradero.
La última vez que tuvieron noticias de él fue el pasado viernes, 14 de junio, cuando regresaba al municipio de Simití, sur de Bolívar, en la ambulancia acuática que conducía, adscrita a la Empresa Social del Estado (ESE) de dicha localidad.
Según el relato de Johana Contreras, hermana de Eudaldo, cuando su familiar transitaba por la zona de Cerro de Burgos fue abordado por tres sujetos armados, que se lo llevaron sin ningún motivo.
“Tipo 6:15 p.m. nos llamaron a decirnos que a mi hermano lo había abordado un motor canoa con tres hombres armados y se lo habían llevado. Abordan a la misión médica, a los acompañantes los dejan libres pero a él se lo llevan y de ahí no hemos sabido más”, relató la familiar.
La incertidumbre para la familia aumenta con el pasar de los días y con la zozobra de que, hasta el momento, ningún grupo armado se ha atribuido su secuestro.
“Nadie dice nada, no nos han llamado y ya han pasado seis días. Tenemos miedo, preocupación, estamos angustiados porque nadie nos llama, nadie nos informa nada y mi mamá es una señora de la tercera edad y tememos miedo que ella salga afectada por todo lo que está pasando”, contó Johana.
La familia hizo un angustioso clamor para que los captores le respeten la vida y le permitan regresar con sus seres queridos sano y salvo.
“Estamos clamando por su libertad. Por favor queremos saber dónde lo tienen, él es un hombre que solo se dedica a trabajar con el hospital, que no se mete con nadie, que tienen cuatro hijos, dos son menores de edad. Por favor, a quien lo tenga que le respete la vida y que le permitan regresar a su hogar”, añadió.
Edualdo Contreras tiene 44 años, es oriundo de Puerto Wilches, Santander y desde muy joven se gana la vida como conductor fluvial. En la actualidad, está vinculado con la ESE de Simití .
Es una violación al DIH
Ramón Abril, integrante de la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (Credhos), calificó el secuestro del conductor como un hecho grave, a la luz del derecho internacional humanitario, pues al momento del rapto, Edualdo cumplía funciones dentro de una misión médica.
“Es una desaparición que nos duele, pero además esto reviste una suma gravedad porque en ese momento él se encontraba en el marco de una misión médica que goza de especial protección en el marco del derecho internacional humanitario. Es sumamente grave porque esta persona se encontraba desarrollando una labor de misión medica”, señaló.
Según el defensor de Derechos Humanos, en la zona se ha logrado identificar presencia de grupos como las disidencias de las Farc, el Eln y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
“Estamos llamando la atención de estos grupos para que quien lo tenga, reconozca la responsabilidad en estos hechos, toda vez que hace parte del DIH, el reconocimiento de los hechos que violentan los derechos fundamentales de la población”, dijo.