El dato de la inflación de mayo que será revelado este martes, es clave para la economía colombiana, pues mostrará si el Índice de Precios al Consumidor mantendrá su tendencia reduccionista, apalancando por ejemplo la disminución de las tasas de interés.
Según el Índice del Pollo Asado, IPA, muestra que en el quinto mes del año se estaría frenando la caída del IPC.
En mayo, un pollo asado en promedio costó $39.867, si se compara el precio con el mismo mes de 2023, se registró una variación de 9%, pero, si se compara el cambio con abril de 2024 se redujo 2,43 %, cuando el valor se estimó en $40.857.
Durante mayo, las ciudades con el pollo más caro fueron Cartagena ($48.333), Cali ($46.967) y Medellín ($44.667). En contraste, Tunja ($25.633) y Villavicencio ($32.667), son las capitales con los precios más económicos.
Las ciudades en las que más subió fueron Cali (26,5 %) y Medellín (19,8 %). Bogotá mantuvo un precio muy similar, subiendo solo (1,1%), mientras en que Tunja el IPA cayó (20,6 %).
Voces de expertos
Aunque es positivo que se mantenga la reducción de la inflación, sí les inquieta a los expertos que se esté frenando la tendencia. De acuerdo con Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, el dato del IPC de mayo permitirá que sigan cayendo las tasas de interés, del Banco de la República.
“De acuerdo con la encuesta de opinión financiera, la inflación de mayo será de 7,14%, ligeramente por debajo de la observada en abril. Si bien el IPC continuará reduciéndose, lo hará a un ritmo menor y le dará espacio adicional al Emisor para continuar reduciendo su tasa de intervención”, dijo Mejía.
Para Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas del Banco Itaú, la inflación en mayo estuvo presionada por los precios de la vivienda y los servicios públicos.
“Esperamos que la inflación se mantenga en 7,16 %, comparado con nuestra expectativa de 0,43%, el IPC se mantendría estable en mayo y es factible que en junio se mantenga en márgenes similares. Hasta el tercer trimestre volvería a verse una deflación”, explicó Monzón.
El economista y docente de la Universidad Javeriana, Adrián Garlati, dijo que si se tiene en cuenta el dato del PIB, mercado laboral, entre otros factores macroeconómicos, se puede decir que hay un enfriamiento de la economía, por lo que debería notarse más la caída del IPC, pero otros temas estarían incidiendo con el frenazo.
“La desaceleración de la caída del IPC podría verse asociado a los fenómenos climáticos, y el encarecimiento de los servicios públicos”, agregó Garlati.