Las autoridades continúan la intensa búsqueda de los responsables del asesinato del patrullero Jaider Gregorio Amador Quessep, de 32 años, quien fue brutalmente acribillado el pasado 17 de mayo en el barrio San Luis, Barranquilla.
El homicidio ocurrió alrededor de las 10 de la mañana, cuando Amador salía de su vivienda y fue sorprendido por dos sujetos que lo esperaban en la carrera 4A con calle 94.
Los atacantes se acercaron y le dispararon en múltiples ocasiones, dejándolo gravemente herido. A pesar de ser trasladado de inmediato a un centro asistencial cercano, Amador no logró sobrevivir debido a la gravedad de sus heridas.
En respuesta a este trágico suceso, las autoridades han desplegado un operativo para capturar a los responsables y han ofrecido una recompensa de hasta 30 millones de pesos por información que contribuya a esclarecer el caso y llevar a los culpables ante la justicia.
Un estilo de vida en entredicho
La investigación en torno a la vida de Jaider Gregorio Amador Quessep ha revelado detalles inquietantes. Amador, quien anteriormente servía en la Unidad Antinarcóticos de la Policía Nacional, fue trasladado al Caribe después de que sus superiores manifestaran desconfianza hacia él.
El Heraldo ha tenido acceso a información comprometedora obtenida a través de mensajes de WhatsApp, donde se relaciona a Amador con estructuras de tráfico de estupefacientes en Barranquilla y Cartagena.
Además, las autoridades encontraron que el patrullero había adquirido un picó, un sistema de altavoces de alta gama, por un valor de aproximadamente 150 millones de pesos. Este lujo, al que llamó ‘El Kike’, levantó sospechas sobre sus fuentes de ingresos, ya que su salario como oficial de policía no justificaba semejante compra.
Además del costoso picó, se ha descubierto que Amador poseía un vehículo de alta gama, organizaba extravagantes fiestas y había adquirido una vivienda, además de administrar diversos bienes. Estos elementos apuntan a un estilo de vida que no se correspondía con sus ingresos como miembro de la Policía Nacional.
La comunidad y las autoridades esperan que las investigaciones en curso no solo esclarezcan el asesinato de Amador, sino que también saquen a la luz cualquier red de corrupción y crimen organizado que pudiera estar vinculada con él.
