La incautación de los 2.500 gramos de marihuana tipo cripy se logró en una bodega de encomiendas ubicada en el barrio Gaitán, en el occidente de Bucaramanga.
Allí con el apoyo de un guía canino de nombre ‘Coy’, se logró detectar que, en una de las cajas, venía el estupefaciente que iba a ser comercializado en las calles de la capital de Santander.
El capitán Juan Camilo Chacón Zambrano, jefe de la Seccional de Carabineros y Protección Ambiental de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, indicó que los perros están entrenados para detectar las sustancias la interior de las encomiendas.
“La droga fue introducida entre una caja Tetra Pack que simulaba ser un producto lácteo. Los delincuentes buscan emplear diferentes modalidades de ocultamiento y camuflaje como el envío de alucinógenos en pequeñas cantidades, incorporando sustancias como grasas, café, entre otros; de igual forma han intentado ocultarla en otros elementos, con el objetivo de no ser detectada, sin embargo la experiencia de los guías y sus caninos no dan tregua a la delincuencia.”, señaló el oficial.
En el interior de la encomienda se hallaron los cinco empaques de cartón que simulaban ser un productor alimenticio.
Lo que llamó la atención fue que la marihuana estaba pintada de diferentes colores, lo que según la Policía se le habrían agregado saborizantes.
“Es una modalidad con la que se busca atraer a los jóvenes para el consumo, en especial los de entornos escolares. Se conoce como marihuana saborizada. Por eso el llamado a los estudiantes y padres de familia para que no caigan en estas redes del tráfico de estupefacientes”, expresó el capitán Chacón.
La Policía continuará con la investigación con el fin de lograr la captura de los responsables de este envío. El alucinógeno incautado fue dejado a disposición de la fiscalía general de la nación.
Estos controles policiales se están realizando con el apoyo de las empresas de encomiendas o transporte de mercancía con el objetivo de combatir el tráfico de estupefacientes.