Siete atentados terroristas con artefactos explosivos en un lapso de 66 horas, tienen a las autoridades civiles y militares en máxima alerta, pues se investiga si estos ataques pretenden distraer la ofensiva de la Fuerza Pública en el suroccidente del país.
El primero sucedió a las 9:00 p.m. del martes 2 de abril, cuando un desconocido dejó abandonada una maleta a un costado del Centro de Atención Inmediata de la Policía, ubicado en el barrio El Claret, en el sur de Bogotá.
La maleta, explicó el general José Gualdrón, comandante de la Policía Metropolitana, contenía un artefacto explosivo de bajo poder, que estalló. “Estamos estableciendo si fue lanzado o dejado en el lugar, estamos recolectando videos y testimonios para esclarecer los hechos”, declaró en ese momento.
El alcalde Carlos Fernando Galán ofreció una recompensa de hasta $20 millones por información que conduzca a los autores del atentado, que no dejó personas afectadas.
El segundo hecho se registró a la 1:00 de la madrugada del miércoles 3 de abril, cuando un artefacto improvisado fue detonado en las afueras del Centro Administrativo Municipal de Florencia, Caquetá, donde funcionan la alcaldía y las secretarías de gabinete.
El informe preliminar de las autoridades señaló que no hubo personas heridas, sino daños materiales.
El alcalde de Florencia, Marlon Monsalve, se pronunció sobre lo ocurrido en la red social X. “Si los criminales nos quieren enviar un mensaje para intimidarnos con este tipo de actos, que tengan claro no lo van a lograr, seguiremos trabajando por la seguridad de la ciudadanía, contra la venta de sustancias psicoactivas, que está envenenando a nuestros niños y adolescentes; contra el hurto y los homicidios, y contra cualquier amenaza que afecte a nuestros conciudadanos”, escribió.
El siguiente episodio se presentó a eso de las 10:20 p.m. del jueves 4 de abril, en las afueras del batallón Pichincha, un cantón militar de la Tercera Brigada del Ejército, ubicado en el barrio Meléndez de la ciudad de Cali.
El general Erik Rodríguez Aparicio, comandante del Comando Conjunto N°2 de Occidente, explicó que junto a una de las murallas del batallón fue detonado “un vehículo NPR cargado con un sistema artesanal de lanzamiento de cilindros en una zona residencial de Cali”.
Recalcó que el camión-bomba “iba orientado para afectar las casas fiscales de la institución (donde residen los militares y sus familias), pero al hacer la detonación afectaron una vivienda particular fuera del cantón, otra en el interior del cantón, y también lanzaron un cilindro dentro del colegio donde estudian los niños de los oficiales y los suboficiales”.
Según el alto oficial, las disidencias farianas del Estado Mayor Central (EMC), lideradas por “Iván Mordisco”, están detrás de ese atentado, que no dejó muertos.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, expresó: “En esta alcaldía la tolerancia con el terrorismo es cero, y ya estamos trabajando para dar con los responsables del atentado terrorista fallido. Ya tenemos unos indicios”.
El cuarto ataque ocurrió minutos después de la medianoche, en la madrugada del viernes 5 de abril, en la sede del Gaula Militar del municipio de Tumaco, en Nariño.
Un delincuente motorizado pasó cerca de la entrada y arrojó una granada de fragmentación. El estallido y las esquirlas dejaron lesionado a uno de los centinelas, quien por fortuna sobrevivió en un centro médico.
El quinto incidente de esta racha ocurrió a las 4:00 a.m. de este viernes en el municipio de Cajibío, en Cauca. Un grupo armado irrumpió en el casco urbano e hizo varios disparos contra la estación de Policía.
Luego, a las 5:00 de la mañana, hubo un sexto ataque en la subestación de Policía del corregimiento de Robles, en el municipio de Jamundí (Valle). Según las autoridades, la base fue atacada con cilindros-bomba y ráfagas de fusil, generando destrozos materiales.
La Policía sospecha del frente Jaime Martínez, del EMC, que delinque en esa zona.
El último de los hechos documentados hasta ahora se presentó sobre las 5:00 p.m. en la vía panamericana, en inmediaciones del municipio de Piendamó (Cauca). Allí fue atacada a tiros una patrulla policial.
El saldo preliminar es de dos policías y un civil heridos, quienes fueron trasladados a centros médicos.