No cesan los coletazos tras las polémicas declaraciones del presidente argentino Javier Milei, quien llamó “asesino terrorista” a su homólogo colombiano, Gustavo Petro. Si bien el Gobierno ordenó expulsar a los diplomáticos de la embajada de Argentina en Bogotá, desde el Ejecutivo argentino ratificaron que “no se han roto relaciones con Colombia”.
Al margen de las declaraciones de lado y lado, lo cierto es que las relaciones diplomáticas atraviesan un delicado momento que, de no manejarse adecuadamente, podrían terminar acentuando la crisis, dinamitando los ánimos entre ambos jefes de Estado y –quizá lo más apremiante– poniendo en jaque los vínculos comerciales entre ambas naciones.
No es un asunto cualquiera. Solo el año pasado, se estima que Colombia importó desde Argentina alrededor de 1.312,7 millones de dólares, en su mayoría, maquinaria, farmacéuticos y cereales. Por su parte, las exportaciones sumaron 357,4 millones de dólares. Y si bien Argentina representa apenas el 0,7 % de las exportaciones del país, es un aliado que no deja de ser estratégico, por no hablar de la importancia de los 120.000 connacionales que se encuentran en territorio argentino.
Pese a esa relevancia, los ánimos siguen caldeados. Quien atizó el fuego ahora fue la congresista republicana de Estados Unidos María Elvira Salazar, quien dijo estar “completamente de acuerdo” con Milei al llamar a Petro “asesino terrorista”. En 2022, la legisladora decía que el ahora mandatario colombiano era “ladrón, terrorista y es marxista”.
Ante ello, la Embajada de Colombia en Estados Unidos hizo un llamado de atención formal a Salazar y le pidió que, en el marco del “espíritu del respeto mutuo”, la relación y diferencias retornen “al nivel del debate constructivo, enriquecedor de la democracia, digno de socios estratégicos y aliados de larga data”.
En esa línea, instó a conservar la “debida deferencia y atención”, dejando de lado el lenguaje insultante y “emocionalmente cargado”, además de recordarle que Petro “fue elegido democráticamente por los colombianos”.
La génesis de la controversia fue lo dicho por Milei en una entrevista con el canal CNN, quien en referencia al presidente Petro manifestó que “mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista”.
En respuesta, el Gobierno colombiano ordenó la expulsión de los diplomáticos de la embajada de Argentina en Bogotá. Posteriormente, a través de un mensaje en Twitter en el que agradeció la solidaridad del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, Petro reclamó que desde Argentina se estaría buscando dividir a los gobiernos latinoamericanos.
“Creo que Milei busca destruir, o al menos aplazar el proyecto de la integración latinoamericana. Hoy el pueblo argentino sufre y la pobreza aumenta. La promesa de Milei de repetir el sistema neoliberal de hace 30 años puede ser un fracaso anunciado; su tesis en el mundo que ha visto hoy como el neoliberalismo llevó a agudizar la crisis climática, y a ponernos al borde como especie, de la extinción, no es acertada”.
En esa línea, el mandatario colombiano manifestó que es “el pueblo argentino es el que debe discutir estos asuntos y decidir”. Entretanto, declaró que, a pesar de los insultos, “debemos preservar el proyecto de la unidad, en la diversidad, de América Latina y el Caribe”.
Diálogo, la clave
En medio de la controversia, la canciller argentina, Diana Mondino, aseguró que “no se han roto relaciones con Colombia”, pese a la decisión del gobierno de Gustavo Petro de expulsar al embajador argentino luego de que el presidente, Javier Milei, lo llamara “asesino terrorista”.
“De ninguna manera se han roto relaciones con Colombia. Es un presidente que no le gusta lo que dice otro. La relación entre países es a larguísimo plazo y muy superior a la que puedan tener los presidentes de cada país”, dijo Mondino en una entrevista al canal TN.
Según la ministra, Milei se refirió a Petro como “‘una persona que fue terrorista’ y efectivamente fue terrorista (…) son datos dichos por el propio presidente Petro”. Sin embargo, sostuvo que “las opiniones que alguien pueda tener, sea quien sea, buenas regulares o malas, no afectan las relaciones entre los países”,
Sobre si Argentina tenía previsto disculparse, Mondino respondió: “Todavía no sé por qué habría que pedir disculpas”. Con todo, desde Colombia insisten en que esa es la clave para recomponer las relaciones: un perdón que conduzca al diálogo.
“En Colombia respetamos al pueblo argentino, pero no aceptamos el trato que da su presidente a nuestro presidente. (Javier Milei) te equivocaste en materia grave y le debes una excusa al pueblo colombiano y una explicación a tu pueblo, Argentina es mucho más que tus bravuconadas”, declaró el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco.
Aun en medio de las diferencias, el presidente del Senado, Iván Name (Alianza Verde), repudió el irrespeto de Milei y elevó votos “por la hermandad” de las naciones: “El presidente de la República representa la unidad de la nación del Estado colombiano”.
A su turno, el presidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle (Partido Liberal), rechazó que se trate de desviar la atención con ataques personales, por lo que dijo que “no cabe duda que en este momento la respuesta es respaldar la decisión del Gobierno Nacional frente a las declaraciones del presidente Milei”.
Aunque reconoció que “las discrepancias entre presidentes son inevitables y quizás necesarias”, el senador Humberto de la Calle alertó que la “deriva hacia los insultos es inadmisible. Y como colombiano, no puedo aceptar el tratamiento infame de Milei a Petro. El presidente simboliza nuestra soberanía. No meta la mano Milei. Es cosa nuestra”.
Desde la oposición, el representante Andrés Forero (Centro Democrático) señaló que romper las relaciones con Argentina por los insultos del presidente Milei “resulta un poco exagerado cuando Petro ha comparado al presidente argentino con Videla y Pinochet y vive buscando camorra con otros gobiernos. Mientras tanto al dictador venezolano le tolera todo”.
Información de: El Colombiano.