Cada día que pasa es más complicada la movilidad vehicular y peatonal por el centro histórico de Bucaramanga. Y el tema se agravó tras el anuncio oficial de dos nuevos cierres viales con motivo de las obras del denominado ‘Plan Centro, Ciudad Caminable’.
Una de las ejecuciones, que en el papel durará dos meses, conminó a Tránsito a autorizar los cierres en las calles 35 y 36, entre carreras 12 y 13.
Tal cierre vial estará vigente durante los próximos 13 días, finalizando el próximo sábado 23 de marzo, un día antes del inicio de la Semana Mayor: “Son cierres viales en la calle 36, entre carreras 12 y 13, así como en la carrera 12, entre calles 34 y 36 de Bucaramanga. Lo anterior debido a obras de infraestructura en la intersección de la calle 36 con carrera 12”, informó el municipio.
Miguel Ángel Pinto, director de interventoría del contrato, explicó cuáles vías alternas pueden tomar los conductores: “Los vehículos que bajen por la calle 36 hacia la Alcaldía, podrán doblar por la carrera 14, bajar por la calle 34, y después seguir los conductos establecidos con la ayuda de los controladores de tráfico”, para llegar hasta el Palacio Municipal.
El otro cierre vial en el centro histórico, que también está activo, es el de las calles 34 y 35, entre carreras 10 y 11; es decir, los alrededores de la plazoleta de la democracia o la parte trasera de la Alcaldía de Bucaramanga. Este cierre se mantendrá durante los próximos dos meses, lo que implica trancones que, en el papel, serán regulados por agentes de tránsito y que tendrán anuncios con pasacalles.
Denuncia ciudadana
En medio de estas obras de infraestructura, conductores, peatones y comerciantes han expresado su descontento por el cierre de vías, lo que ha desencadenado en un tremendo caos vial y dificultades en la zona.
Y es que desde hace más de una año, diversas calles y avenidas del centro urbano han sido restringidas para dar paso a las labores de construcción. Todo esto ha despertado un evidente malestar entre los conductores, quienes se ven obligados a buscar rutas alternas y enfrentar largos tiempos de desplazamiento.
Por su parte, los comerciantes de la zona también han transmitido al gobierno local su malestar, ya que este plan de contingencia ha afectado significativamente el flujo de clientes y las ventas en sus establecimientos. Muchos de ellos reportan una disminución en sus ingresos de hasta el 70 % y una evidente merma en la actividad comercial, lo que pone en riesgo la estabilidad económica de sus negocios.
De hecho, 29 negocios del centro y de otras zonas, en donde se ejecutan obras, han sido cerrados durante los últimos meses por las bajas ventas.
Así las cosas, los dueños de muchos negocios están sumidos en una profunda crisis económica, debido a los estragos que les han dejado los retrasos en las obras que emprendió la pasada administración.
Ante esta situación, los afectados han solicitado a las autoridades locales una pronta solución que permita minimizar los impactos negativos de las obras en el centro histórico. Se espera que se establezcan medidas de apoyo para los comerciantes afectados y se agilicen los trabajos de construcción, para restablecer la normalidad en la movilidad de la zona lo antes posible.
Además del centro histórico de Bucaramanga, hay que recordar que hay otras ejecuciones en estado ‘crítico’ como: el Paseo España, sobre la carrera 26; la cancha del barrio El Diamante; las plazas de mercado San Francisco y Guarín; algunas adecuaciones en colegios, entre ellos el Tecnológico; el Centro Vida, del barrio Antonia Santos y el nuevo parque del barrio La Victoria.
En medio de la incertidumbre y las quejas de conductores y comerciantes, queda en evidencia la importancia de una planificación cuidadosa y una comunicación efectiva por parte de las autoridades para mitigar los inconvenientes generados por las obras de infraestructura en pleno ‘corazón’ de la capital santandereana.