Nicole Regnier fue una de las primeras jugadoras colombianas en dar el salto al balompié europeo.
La futbolista, que se formó en el Club Deportivo Atlas de Cali, pasó al Atlético de Madrid en 2014 y luego hizo parte del Rayo Vallecano, América, Junior y el Servette FC Chênois de Suiza.
Luego de su camino deportivo, que también la llevó a la selección Colombia, se retiró del fútbol profesional y ahora es analista en Espn.
La futbolista vivió las épocas más difíciles del balompié femenino, en donde la falta de apoyo era la constante y así lo dejó ver en una publicación en sus redes sociales.
«Una vez jugando para uno de los clubes más grandes del mundo. Eso fue hace menos de diez años, cuando llegué al Atlético de Madrid, mi primer salario ahí fue de 800 euros. Ahí se me iba lo que me gastaba en el arriendo para poder vivir, lo que me gastaba en alimentación y el transporte. Saqué dinero del cajero y me quedaron solo 17 euros, lo juro, sentí una angustia horrible. No había forma de pedirle dinero a mis papás», contó la futbolista en su relato.
Debido a las dificultades económicas, Nicole tuvo que buscar otro empleo, en sus horas de descanso.
«Conocí una señora que tenía un restaurante y me preguntó si yo sabía hacer de mesera. Le dije: ‘Allá en Colombia he hecho eso, me ha tocado toda la vida’. Obviamente, yo nunca había cogido una bandeja ni había servido nada», dijo Regnier.
En el primer día de trabajo como mesera, se llevó una sorpresa, al ser identificada por unos colombianos. «Al otro día arranqué a trabajar como mesera, cuando llegaron dos pelados colombianos y los reconocí por el acento. Le dije a mi amiga boliviana que me ayudara a atenderlos y me dijo ‘no, usted se metió en esto, vaya'».
Regnier comentó que se sintió muy apenada y decidió cubrirse la cara con su cabello, pero esto no fue suficiente. «Voy a atenderlos y uno de ellos me dice: ‘Tú no eres la futbolista del Atlético de Madrid’. Yo no sabía qué hacer ni dónde meterme y le dije que sí era. Me dijo: ‘Qué estás haciendo acá, perdiste una apuesta’. Y le respondí que el fútbol femenino no da para vivir todavía. Ya han pasado 10 años y la historia es otra», reveló Nicole.
En los últimos años, el balompié femenino ha tenido más apoyo, aunque aún hacen falta muchos aspectos por mejorar.
Precisamente, a pesar de la adversidad, Colombia se ha convertido en una potencia en Sudamérica y prueba de ello es que logró disputar los últimos Mundiales Sub-17, Sub-20 y Mayores.
Además, disputará los Juegos Olímpicos de París y sus jugadoras, entre ellas Linda Caicedo, Mayra Ramírez y Leicy Santos, se destacan en el fútbol europeo.
