La Fiscalía logró que un juez de conocimiento condenara a 31 años y 6 meses de cárcel a Raúl Alberto Malambo Hernández por los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
Esta condena corresponde al hecho de sangre ocurrido el 30 de agosto de 2022, en el barrio Olaya Herrera de Cartagena, donde dos hombres desde en una moto dispararon contra Carlos Manuel Luna Lerma, de 27 años, quien se desplazaba en un vehículo particular en compañía de su hijastro, Neyder David Castro Olivares, de 2 años. El menor y Carlos murieron en el ataque a bala.
El ente acusador dijo en un comunicado oficial que “labores investigativas permitieron establecer que el atentado se realizó por venganzas de grupos al margen de la ley. Malambo Hernández fue capturado por la Policía Nacional en una persecución luego de haber cometido el crimen y desde entonces se encontraba privado de la libertad”.
Los asesinatos ocurrieron a las 7:40 de la noche, en el sector El Progreso, de Olaya. Las víctimas iban un auto Kia de color gris y placas BTA-703, de Manizales. Se dirigían al sector Ricaurte, donde vivían, cuando les dispararon dentro del carro.
El general Nicolás Zapata, quien para entonces era el comandante de la Policía Metropolitana, confirmó que Carlos Manuel Luna había salido de la Cárcel de Ternera en febrero de 2021, tras pagar una pena de tres años por el delito de concierto para delinquir. El oficial aseguró que también tenía tres anotaciones por porte ilegal de arma de fuego, hurto y otra por uso de menores para hechos delictivos. Por eso tomó fuerza que el ataque era contra él.
La captura
La Policía confirmó que el ahora condenado fue capturado en una rápida reacción de patrullas motorizadas cuando intentaba esconderse en un inmueble. Al sujeto, conocido con el alias ‘Raulito’, le decomisaron una pistola calibre 9 milímetros. Una cámara de seguridad grabó el momento en el que el sentenciado se escondía en la vivienda. Tras ser capturado, aceptó los cargos y de inmediato fue enviado a la cárcel.
Un ángel al cielo
El 1 de febrero del 2020 nació Neyder David y desde entonces se convirtió en la alegría de una numerosa familia de la calle Yanez del sector Ricaurte, de Olaya Herrera.
Sus ojos grandes y tiernos cautivaron también a los vecinos y amigos de la familia. Era gordito, de piel clara, saludable y muy consentido. Que su madre fuera apenas una adolescente, de 14 años, no fue impedimento para que el niño estuviera bien cuidado; eso afirman quienes lo conocieron en aquella etapa.
La alegría y felicidad que irradiaba Neyder desapareció de esa humilde vivienda, a unos metros de la Ciénaga de La Virgen. Su fragilidad, inocencia y ternura quedaron destruidas por dos balazos que acabaron con su vida.
Estaba en guardería y soñaba con ser un doctor. Un año y medio después, su familia no se repone de esta pérdida.