Aunque se denunció en varias oportunidades que el nuevo pabellón de la cárcel de Palogordo no estaba en condiciones para el traslado de reclusos, parece que a este anuncio se hizo caso omiso.
Ayer se conoció que unos 90 internos fueron trasladados. 50 de ellos, provenientes de la cárcel antigua, llegaron al nuevo pabellón inaugurado el pasado 4 de febrero, y los otros 40, provenientes de las estaciones de Policía, fueron llevados a la antigua infraestructura carcelaria.
Hernando Mantilla, vocero de los derechos de la población carcelaria, aseguró que “10 internos de esos trasladados al nuevo pabellón, han iniciado una huelga de hambre porque no tienen las mínimas condiciones de vida. Dicen formalmente que no hay baños, que no hay ‘rancho’, que no hay absolutamente nada. Esto es una situación bastante delicada y que pondré en conocimiento de las entidades de control respectivas”.
El sindicato del Inpec continúa pidiendo garantías.