El secreto de su longevidad se debe a que “Dios me las ha ido regalando” según revela la ‘señorita’ como lo dicen en su hogar debido a que no tuvo hijos.
Aunque su descendencia no consta de hijos, ha consentido a sus más de 20 sobrinos y ha ido tejiendo una familia que consta con 280 personas.
Durante sus 20 quinquenios ha desempeñado diversas labores, desde el oficio del campo en su vereda, pasando por el oficio de la joyería durante 9 años y otros 21 años en la Nacional de Cigarrillos.
El gen familiar
En la familia Mantilla Domínguez el centenar es una cifra ya conocida, debido a que la propia abuela de doña Pastora, Cipriana Mantilla, llegó a los 112 años y su prima, Nieves Domínguez, alcanzó las 107 primaveras.
Aunque las molestias llegan con el tiempo, la salud de la mayor de los Mantilla Domínguez se mantiene estable. Incluso sobreponiéndose al COVID 19, el cual hizo presencia en su organismo en mayo de 2020.
A pesar de aquella flaqueza, su retentiva y pulso se mantienen firmes como toda buena santandereana. Las manos por las cuales pasaron distintas gemas, tabacos, muñecos de trapos y ahora dibujos perfectamente coloreados, se mantienen con movilidad total.
Esperando superar el récord familiar, Pastora y su familia seguirán sumando recuerdos en forma de años.