Cuando todos pensaban que Martha Rueda Quintanilla, de 57 años, había fallecido sola dentro de su casa en zona rural del municipio de Galán, luego de sufrir un ataque de epilepsia, días después salieron a luz nuevos detalles que revelaron una cruel verdad: la habría asesinado Gilberto Camacho Serrano, al propinarle un fuerte golpe.
La encontraron en la finca La Peña de la vereda San Isidro, en alto grado de descomposición cuando ya era devorada por perros. Un vecino reportó el macabro hallazgo.
En ese momento, las autoridades descartaron que se tratara de un homicidio pues el cadáver, de acuerdo con el informe, no registraba signos de violencia ni lesiones con armas de fuego o arma blanca. Su historial médico indicaba que sufría ataques epilépticos, por lo que se presumió que había sido por esta razón.
¿Qué ocurrió?
Pese a las hipótesis que se manejaron en este entonces, la Sijin realizó una investigación exhaustiva para determinar qué causó la muerte de Martha.
En 10 días recolectaron pruebas y testimonios de vecinos, que permitieron determinar que no se trataría de un fallecimiento por enfermedad.
Fue así como se pudo establecer que el 4 de junio Gilberto Camacho Serrano, de 31 años, habría llegado hasta la finca de la víctima con el fin de comprar huevos cuando entre los dos se originó una fuerte una discusión.
El hombre, quien se encontraba en aparente estado de embriaguez, en un acto de intolerancia golpeó a Martha con un objeto contundente en su rostro causándole la muerte, según las autoridades.
Después de cometer el crimen habría pedido hospedaje en una finca vecina, manifestando que le era difícil retornar a su vivienda debido a las lluvias; pero al marcharse dejó su chaqueta, en la que encontraron rastros de sangre de la mujer.
Esa fue una de las pruebas más importante de la investigación.
Gilberto fue capturado y dejado a disposición de Fiscalía Seccional de El Socorro, donde un juez le dictó medida de aseguramiento en centro penitenciario por el delito de homicidio agravado. El crimen no quedará impune.