Desde su incio, el tránsito tanto peatonal como vehicular se ha visto afectado debido a que la carrera 13 es la vía predilecta para bajar por el sector de Molinos hacia la autopista. También porque la única salida que tienen los habitantes de las calles 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10 es subir por las características calles empinadas del sector.
Hace más de 60 días que el circuito peatonal entre la calle 8 y calle 10 se encuentra en constante cambio debido a que según se va avanzando se van abriendo o cerrando algunos tramos de la carrera 13. Las viviendas y establecimientos comerciales entre la calle 9 y la calle 10 no tienen una manera clara para cruzar por la carrera 13, lo que pone a decidir si transita por el andén derecho o izquierdo durante 3 cuadras seguidas.
Aunque la obra se encuentra en plazo óptimo que es enero de 2024, distintos vecinos del sector afirman que en la socialización del proyecto la fecha original era otra diciembre de 2023. No obstante, lo que sí es fijo son los constantes recortes de agua que se realizan hace 90 días en el sector, los cuales son avisados con una noche de anticipación o, como en algunos casos, son comunicados a primera hora del mismo día, situación que tiene inconforme a la comunidad. “Aquí la obra nos tiene incomunicados con gran parte del barrio y la comunicación de los recortes no es la más acertada” afirma Noe Sarmiento, líder del barrio Villabel.