La prolongada pandemia y en general la crisis económica de los últimos meses multiplicaron las ventas informales en la capital santandereana.
Además del Centro de Bucaramanga, vías como la carrera 33 y la calle 45, los barrios San Francisco, Álvarez y Morrorrico, así como los sectores de Guarín y Kennedy aparecen como los espacios más invadidos de expendios informales.
“Es imposible caminar en sitios como el Paseo del Comercio, donde los espacios peatonales se ven completamente invadidos”, dijo Gilberto Granados, dueño de un establecimiento formal de esa parte de la ciudad.
¿Qué hace el Gobierno?
Según el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas Rey, “se le buscan soluciones integrales a esta problemática social con intervenciones enfocadas hacia las personas y las familias. Hay que entender la realidad que afrontamos, crear confianza y construir una gran agenda”.
“Se debe entender que la solución definitiva no es expulsarlos de la calle, ni es perseguirlos con la Policía, sino acompañarlos para que puedan hacer un tránsito en su trabajo, en su actividad económica y tener una vida digna”, agregó el Mandatario.
Por su parte, Francisco Rey, funcionario de la Secretaría de Desarrollo Social y encargado del tema de los informales, “el Municipio avanza en la consolidación de un proceso de identificación de esta población”.
“La nueva realidad de la pandemia nos llevó a realizar otra radiografía que se inició, de manera particular, en la zona Centro y en Cabecera. A hoy tenemos 2 mil 100 vendedores informales identificados. De ellos, el mayor frente de operaciones de ellos se realiza en el Centro de la ciudad y una buena parte de ellos son migrantes que han llegado a Bucaramanga buscando opciones laborales y que encontraron en los expendios informales una alternativa para subsistir”, informó.
“La Alcaldía, a través de ofertas institucionales, le apuesta a brindarles oportunidades y mejorarles la calidad de vida a estas familias”, anotó.
“Incluso con la Vicepresidencia de la República ya hicimos un ‘plan piloto’ de reactivación económica para estas personas, las cuales han manifestado su interés de pasar de la informalidad a la formalidad”, agregó.
En ese sentido, dijo el funcionario, “se busca desde el cooperativismo establecer una economía de escala. Con el apoyo de universidades como la Uniminuto y el Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, se espera facilitar orientaciones, capacitaciones y conocimientos que propicien una futura formalización”, señaló.
“Hemos venido trabajando para asesorarlos y brindarles oportunidades que le permita migrar hacia la formalidad. Apoyados por la Administración, ellos se comprometieron a trabajar de la mano por el bienestar y la reactivación a través de un ‘Pacto Social’ y los resultados han sido satisfactorios”, recordó.
“Además que el Instituto Municipal de Empleo y Fomento Empresarial tiene disponible presupuesto en la Banca Ciudadana, apalancado con Bancoldex, para fortalecer las capacidades de los comerciantes a través de diversos programas y ponerle freno al popular gota a gota”.
