Seis guardianes del Inpec están siendo procesados porque, al parecer, conformaron una red criminal que se dedicaba a sobornar a presos de la cárcel de Barranquilla, a cambio de permitirles tener comodidades dentro del penal. Los funcionarios deberán responder por cuatro delitos.
Durante la audiencia de imputación de cargos, la Fiscalía General de la Nación detalló que los guardianes, al parecer, permitieron que algunos presos sobornaran a otros reclusos y, después, los funcionarios se aprovecharon para también cobrar extorsiones.
«También les pedían que realizaran pagos de dádivas y entregas de elementos y servicios a efectos de garantizar que también tuvieran seguridad y habitabilidad al interior de dicho centro carcelario”, explicó la Fiscalía.
Los hechos se habrían registrado en el patio 2 de la cárcel Modelo de Barranquilla. Los señalados, al parecer, cometieron los delitos entre junio de 2021 y abril de 2022.
Durante ese tiempo, advirtió la Fiscalía, los guardianes conformaron la empresa criminal y obtuvieron ganancias hasta de 300 millones de pesos, producto de las extorsiones.
Dos de los reclusos fueron los encargados de denunciar el entramado ante las autoridades. Le relataron a la Fiscalía que los seis funcionarios cobraban extorsiones por una habitación, implementos de aseo y hasta por dejarlos ingresar elementos prohibidos como armas y drogas.
Relataron que los guardianes pedían 30 millones de pesos por una habitación en una celda con cama y cobija. Además, había extorsiones distintas por permitir el ingreso de la familia a las visitas.
Concierto para delinquir agravado con fines de extorsión, concusión, prevaricato por omisión y enriquecimiento ilícito son los delitos que les imputaron a los funcionarios, quienes no aceptaron cargos.