Este pequeño barrio le da paso a todos los habitantes de barrios aledaños al sector como lo son Puerto Madero, La Castellana y Villanueva. Como acogedor, pequeño y tranquilo, así lo describen algunos de sus habitantes que llevan viviendo allí desde que este sector fue construido.
Al ser un barrio tan pequeño, residentes afirman que no han recibido la debida atención por parte de las administraciones municipales, pues San Luis no cuenta con las características que un barrio normalmente tiene como lo es tener un salón social, zonas de recreación para niños, escenarios deportivos o algún otro lugar de esparcimiento que beneficie a la comunidad.
Hace aproximadamente 10 años fue formalizada la junta de acción comunal y el frente de seguridad, esto representó que el barrio recibiera por parte de la administración municipal la pavimentación de las calles y la reconstrucción del alcantarillado que se encontraba en mal estado.
Nelly Rincón, líder del barrio, manifestó que San Luis no ha recibido la atención necesaria por parte de ninguna administración, “no tenemos nada, ni salón, ni zona de recreación, ni cancha”. Nelly, quien es una de las primeras habitantes del sector cuenta que años atrás fue entregado un lote para lo que sería la construcción del salón comunal, lote que con los años fue vendido a terceros y esto ocasionó que la construcción del centro de esparcimiento para el beneficio de la comunidad no fuera llevada a cabo, hoy en día continúan sin salón comunal.
“La gente se ríe cuando uno dice que la zona de la entrada es el parque del barrio, eso no tiene pinta de parque”
Resaltan que la construcción del puente peatonal al lado de las zonas verdes ha representado también varias situaciones incómodas entre los residentes y algunos motociclistas, “si vieran la cantidad de motorizados que se pasan el puente en la moto, de aquí para San Cristóbal y viceversa, en ocasiones han habido enfrentamientos verbales entre los peatones y ellos porque si uno no se corre terminan insultándolo” afirma la señora Rincón.
Este puente también representa inseguridad para aquellos habitantes que llegan a altas horas de la noche a sus hogares, pues al ser grande, los delincuentes suelen refugiarse en la parte inferior donde no son vistos y ahí esperan a sus víctimas. “Hemos puesto esa queja sobre el puente y nadie nos ha prestado atención” afirman los vecinos, aunque la policía se ha acercado en algunas situaciones a desarmar los ‘cambuches’ construidos bajo el puente, aseguran que al día siguiente ya vuelven a estar albergados en el mismo lugar.
Ante la falta de atención, los residentes del barrio piden a la actual y próxima administración que atiendan a los integrantes de la junta de acción comunal y del frente de seguridad, para que de esta manera puedan conocer las problemáticas que inquietan a los residentes de esta zona, y lograr gestionar ante los entes competentes los diversos requerimientos que el barrio y sus habitantes necesiten, buscando disminuir la inseguridad que azota el sector y fortaleciendo los puntos a favor que caracterizan a San Luis.