En la noche del pasado sábado se conoció que Édgar Páez, presidente del club profesional Tigres del fútbol colombiano, fue asesinado a bala en la ciudad de Bogotá.
El crimen ocurrió justo después que el club Tigres disputara un partido contra el Atlético F. C. de Cali, y que perdió 3-2. Según revelaron medios nacionales, Páez fue baleado cerca del Estadio Metropolitano de Techo, donde su equipo suele jugar como local.
El dirigente iba en una camioneta Mazda 2 junto a su hija cuando dos hombres que se movilizaban en una moto blanca los abordaron y dispararon en repetidas ocasiones.
Lamentablemente, a lo largo de los años, el fútbol colombiano ha sido testigo de distintos asesinatos que han involucrado a jugadores y dirigentes. Estos trágicos eventos han conmocionado al país y han destacado la necesidad de abordar problemas de seguridad y violencia en Colombia.
En Q’hubo recordamos algunos ejemplos notorios.
Andrés Escobar (1994): Uno de los casos más emblemáticos fue el asesinato de Andrés Escobar, defensor de la selección Colombia. Después de marcar un autogol en la Copa del Mundo de 1994, Escobar fue asesinado en Medellín; aunque no se pudo demostrar una conexión directa entre su muerte y el error en el torneo, su trágica muerte puso de manifiesto la violencia que afectaba al país en ese momento.
Álvaro Ortega (1989): Ortega fue un destacado árbitro colombiano que fue asesinado en Medellín en 1989. Su muerte se atribuyó, según John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, a una orden del narcotraficante Pablo Escobar, quien no estuvo de acuerdo con las decisiones del árbitro en un partido entre el América de Cali e Independiente Medellín. Este crimen llevó a la suspensión del Campeonato de Fútbol colombiano ese año.
Antonio Roldán Betancur (1989): Fue presidente de Atlético Nacional en 1984 y cinco años más tarde fue víctima de un homicidio. Según la versión oficial de su muerte, sicarios, mandados por Pablo Escobar iban a asesinar al director de la Policía en ese entonces; sin embargo, confundieron la caravana y mataron por equivocación al dirigente.
Albeiro Usuriaga (2004): El reconocido futbolista fue asesinado en Cali; de acuerdo a lo notificado, el deportista estaba compartiendo con sus amigos, cuando un joven se bajó de una moto y le disparó en reiteradas ocasiones, ocasionando su muerte.
Según un informe divulgado por el diario El País, las investigaciones concluyeron que el asesinato fue ordenado por Jefferson Valdez Marín, jefe de una banda de sicarios conocida como «Molina» o «La Negra».