Como todo niño, soñó con ser futbolista profesional. Su vida comenzó detrás de un balón y hoy, un hombre más maduro, esa ilusión continúa.
Jimmy Bárcenas Fonseca nació en Bucaramanga y desde hace 12 años creó la Corporación Deportiva Santander, un club que forma niños y jóvenes de la comuna seis de la ciudad.
“Mi formación deportiva inició en el club Bumangués de Juan Estévez, un hombre que le entregó el fútbol base de Santander toda su sabiduría. Mi niñez la comencé ahí, luego cuando era joven me fui a jugar al Deportes Tolima, regresé a Bucaramanga conde hice parte de la Primera C con el profesor ‘Kiko’ Barrios y finalicé con Atlético Cañaveral, también en la C”, comenta.
No fue futbolista profesional, estuvo cerca de lograrlo, pero luego se inclinó más por buscar jóvenes talentos y creó su propia escuela.
“Dentro del contexto de mi vida no venía ser formador, pero un día vi el trabajo de profesores, me gustó y comencé empíricamente el proceso”.
“Lo bonito de estar en el fútbol base es poder hablar con los niños y jóvenes, tratar de enseñarles el tema educativo en el fútbol y luego el proceso de formación profesional. Ahí está el proceso que uno debe tener como entrenador”, comenta.
El ‘profe’ Jimmy, como todos lo conocen el club comenzó su proyecto con el entrenador Donaldo Pérez, de aquella famosa escuela “Los Maradonitas”. De ahí le nace la idea de formación deportiva.
“La Corporación comenzó en el barrio San Miguel y Candiles, de la comuna seis, donde ha sido la sede principal. Gracias a Dios hemos evolucionado y hoy llegan niños de otras zonas como La Concordia, Ricaurte, el norte de Bucaramanga y también de Floridablanca”.
“Esto es una pasión que se lleva en la sangre, siempre hay una motivación verlos correr, se gana, se pierde o se empate, ver las alegrías y sus tristezas todo en un mismo escenario. Los niños también nos enseñan lo bonito que es el fútbol”, comenta Jimmy.
Tener más de 150 niños, muchos de ellos de bajos recursos, lo motiva más para trabajar por sus sueños. Hay quienes son competitivos y otros más de formación básica.
“En un comienzo es diversión, ya luego ellos pasan a un proyecto más sólido de competencia en la que se buscan los reconocimientos. Hasta los 10 años hay formación y luego llegan los torneos donde demuestran su talento”, expresa el DT, quien busca en torneos de la Liga Santandereana de Fútbol y otros a nivel nacional (Medellín y Santa Marta), foguear a los chicos de su club.
Ese roce que ha tenido en otras ciudades, lo ha llevado a conseguir una filial con Talento Envigado, uno de los equipos más importantes en formación deportiva de tierras antioqueñas.
“Muchos jóvenes quieren mostrar sus capacidades y cuando no hay oportunidades en Bucaramanga se busca otras opciones, y eso hacemos en estos procesos, van, juegan y si tienen la ‘chispa’ se quedan para futuro ser profesionales”, dice.
Hoy este emprendedor del fútbol no sólo se prepara en las canchas, sino toma cursos y capacitaciones para entender la evolución que día a día tiene este deporte. Sueña con dirigir una selección y que sus ‘semillas’ crezcan, se formen y sean más que futbolistas, personas.