“Soy usuaria de Metrolínea desde que arrancó el sistema y me da tristeza la crisis que está atravesando. Las estaciones y los puentes generaron desarrollo en la ciudad. ¿Qué pasará con toda esta infraestructura?”.
Al igual que María Antonia Pérez, frecuente pasajera del Sistema Integrado de Transporte Masivo, Sitm, para muchos usuarios una de la principales preocupaciones sobre la grave situación que sufre Metrolínea es el futuro de la multimillonaria infraestructura representada en estaciones, portales, carriles exclusivos, senderos peatonales y espacios públicos.
En julio de este año, la Gerencia de Metrolínea se refirió justamente a tal preocupación frente a la infraestructura del Sitm en el área metropolitana de Bucaramanga.
De acuerdo con lo indicado por Yolima Espinel Blanco, gerente de Metrolínea, una de las exigencias realizadas por el Gobierno Nacional para brindar apoyo y garantizar la continuidad del Sistema Masivo es que las estaciones y portales sigan en uso.
Es decir, dicha infraestructura no podrá cerrarse, ni destinarse para otros fines diferentes al transporte urbano de pasajeros.
De hecho en julio de este año, Mintransporte les exigió a los mandatarios del área metropolitana la formulación y presentación de un plan, para atender y paliar la crisis que atraviesa el Sistema Masivo de la ciudad.
Las estadísticas más recientes del Gobierno Nacional señalan que cerca del 20 % de la población actual del área metropolitana de Bucaramanga se moviliza a través del Sistema Integrado de Transporte Masivo.
“Tenemos muy claro que debemos atender dos principios fundamentales que nos ha referido la Superintendencia de Transporte… Debemos hacer uso de la infraestructura que ya fue cofinanciada (Gobierno Nacional). Esta infraestructura no puede quedar cerrada”, recalcó Yolima Espinel Blanco, gerente de Metrolínea.
Una de las millonarias obras del Sitm en el área metropolitana es el Portal Girón, cuya construcción se terminó en 2018 y, pese a que se han invertido cerca de $24.000 millones, hasta la fecha no ha movilizado ni al primer pasajero.
“Hay varias líneas de acción sobre las cuales venimos trabajando con el ministerio. Pero necesariamente se requiere el apoyo, no solo de la Alcaldía y el Concejo de Bucaramanga, sino de los cuatro alcaldes y los cuatro concejos del área metropolitana”, señaló Espinel Blanco.
El servicio no se puede suspender
La segunda exigencia que dejó en claro el Gobierno Nacional es que se debe mantener la prestación del servicio por parte del Sitm, así sea con buses que forman parte de las empresas de transporte público convencional.
En la actualidad, Metrolínea dispone mensualmente de unos 30 vehículos (13 alimentadores, 12 padrones y 5 articulados). Para cubrir la totalidad de las rutas y la demanda de usuarios, el Sitm tuvo que integrar, bajo la modalidad de complementariedad, 164 buses de las empresas tradicionales.
Los datos oficiales del Gobierno Nacional señalan que durante el primer trimestre de 2023 el Sistema Integrado de Transporte Masivo movilizó a más de 2.520.000 pasajeros. Es decir, en la actualidad más de 840.000 pasajeros se transportan mensualmente a través de Metrolínea.
Según el Dane, estos más de dos millones de pasajeros equivalen “al 19,9 % de los usuarios movilizados en el área metropolitana, lo que significó una disminución de 11,3 % en el número de pasajeros transportados (por el Sitm) con respecto al primer trimestre de 2022”.
Durante el primer trimestre, la cifra de usuarios transportados se distribuyó de la siguiente manera: alimentadores (348.000 pasajeros), padrones (1’233.000), y articulados (939.000).
La propuesta anunciada en pasados días por el presidente Gustavo Petro, quien se refirió a la posibilidad de implementar en Bucaramanga un proyecto para que la ciudad avance hacia un sistema de transporte público eléctrico, sería otro posible ‘salvavidas’ para el Sitm del área metropolitana.
