Don Rosendo ha sido por más de 50 años un apasionado por el café y comprometido con el desarrollo de su finca. Junto a él está Elcida, su esposa, quienes han venido trabajando durante toda la vida de este producto; un sello colombiano y que no puede faltar en la mesa de las familias.
Y es que el café colombiano es reconocido mundialmente por su calidad excepcional y sabor distintivo. Es por esto que, en un rincón de Santander está la vereda Vegas, en Tona. Allí se encuentra la finca Tierra Buena, donde un proyecto familiar camina desde hace un año.
Su hijo Fernando Ruiz y su esposa Mildred Flórez se propusieron crear una marca que no solo ofreciera un producto excepcional, sino que también impulsara el legado cafetero de la región.
“Nuestra familia está comprometida con la producción y promoción del café de alta calidad, cultivado de manera sostenible en las exuberantes montañas de Santander”.
“El origen de café Rocío de la Montaña se estableció terminando el 2022 con la visión de resaltar las cualidades únicas del café cultivado en el campo tonero”, sostiene Mildred Flórez.
Esta marca busca crear la importancia de la sostenibilidad ambiental y social.
“Trabajamos de la mano con los agricultores locales para implementar prácticas agrícolas sostenibles. Nuestros cafetales se cultivan con el uso de microorganismos, respetando la biodiversidad y promoviendo la conservación del medio ambiente”, dice.
Por eso, desde la cosecha hasta el tostado, cada etapa del proceso de producción del café se realiza con meticulosidad y cuidado.
“Nuestros agricultores seleccionan a mano solo los granos más maduros y de mayor calidad. Posteriormente, los granos se procesan y se someten a un riguroso control de calidad para garantizar que cumplan con nuestros estándares”, manifiesta Mildred.
Su proyecto busca también impactar a otras familias de la zona, 10 en total, que son las que hacen de una buena cosecha, el mejor aroma en su etapa final.
“Hacemos desde la cosecha, recolección, secado y tostión todo el proceso. Para mí, es un café que sabe a Santander. Las notas de café son dulces y frutales. El café de Rocío de la Montaña se caracteriza por su sabor distintivo y balance perfecto”.
“Nuestro café ofrece notas afrutadas, un cuerpo suave y un aroma cautivador. Cada taza de café es el resultado de la combinación de factores únicos, como el clima, la altitud y la dedicación de nuestros agricultores, quienes cuidan cada detalle para llevarte a la mesa una taza de calidad”, puntualiza.
Marca la diferencia
Para esta familia cafetera, lo que lo hace diferente de otros es su proceso artesanal, la selección y el cultivo.
“La misma naturaleza nos provee un buen abono. El aire libre, el sereno nos brinda el aroma único. Hoy en día nuestro producto tiene 84 puntos siendo un café de especialidad, gracias a la selección del grano, el lavado, su secado y la fermentación”, comenta Mildred.
“Nuestra marca se enorgullece de ofrecer una experiencia de café única, que no solo deleita su paladar, sino que también contribuye al promover el legado cafetero”, puntualiza.
Busca abrirse en el mercado
Tona es un municipio en Santander que forma parte de la provincia de Soto Norte. Allí se cultiva piña, palma de aceite, caña panelera, plátano, naranja, yuca, mandarina, lima tahití, papa y café.
“Tona es pequeño, pero es tierra de café especial. Mi suegro tiene 50 años cultivando, pero esto ha sido de generación en generación. Nuestro producto Rocío de la Montaña nació hace un año como marca y hoy lo pueden encontrar aquí en el pueblo, en los puntos de comercio, en el parque”, dice Mildred.
Si usted desea degustar este café, puede contactar a Mildred Flórez Moncada al número 3006380706. Hace envíos semanales del producto por libra, media y pesa.
