“El reloj corre”, esa fue una de las frases que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, incluyó en la advertencia que lanzó hace unos días contra los colombianos que se encuentran en su país de forma irregular y dedicados al negocio ilegal del “gota a gota”, para que salieran de la nación centroamericana en 72 horas o, de lo contrario, serían encarcelados.
Y parece que el mensaje tuvo un efecto inmediato entre los migrantes de origen colombiano, pues el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, confirmó esta semana que más de 280 colombianos han salido del país (con corte al lunes 24 de julio), lo que deja en evidencia que estos también estarían dedicados al negocio de préstamos de dinero a elevados intereses luego de que el Gobierno de ese país desmantelara la semana pasada una red dedicada a esa práctica.
“En esas 72 horas nosotros identificamos, creo que, un poco más de 280 salidas de estos colombianos”, indicó el ministro a medios locales. El alto funcionario también indicó que tiene conocimiento que otros extranjeros de nacionalidad colombiana salieron del país por “pasos no habilitados buscando la zona de Guatemala, donde también está dicha organización delictiva”.
Las autoridades de ese país emprendieron una persecución contra los “gota a gota” luego de que la semana pasada se desmantalara una red a la que pertenecían 110 colombianos.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Gobierno de El Salvador, el grupo de extranjeros se hacía pasar por “entidades microfinancieras” que le ofrecían a sus clientes –en su gran mayoría personas de clase media, pequeñas empresas y quienes tienen afugias económicas– créditos a tasas que llegan hasta el 20% de interés diario.
“Estas personas se dedicaban a ofrecer créditos a un 20% de interés y posteriormente realizaban rutas de cobros a las personas que caían en sus engaños” explicó el fiscal de El Salvador, Rodolfo Delgado.
Si los clientes no pagaban las cuotas y los intereses definidos, el grupo de prestamistas solicitaba el pago con intimidaciones como amenazas y ultrajes, pero además, usurpaban su identidad, obtenían sus cuentas bancarias y trasladaban el dinero al extranjero.
Los detenidos, entre los que se encuentran exmilitares y expolicías colombianos, ingresaron a El Salvador en diferentes épocas “como turistas” y, desde 2021, habían hecho remesas a Colombia de más de 20 millones de dólares.
La captura de los integrantes de esta red desató el enojo del presidente Bukele, pues lanzó fuertes mensajes contra los colombianos que están ilegalmente en su país y que desarrollan este tipo de prácticas a menor escala.
“Invitamos a los colombianos de bien a que vengan a El Salvador, ya sea para vacacionar, invertir, trabajar o emigrar. Aquí tendrán seguridad jurídica, estabilidad política y seguridad física para ustedes y sus seres queridos; además de un país hermoso con gente amable y trabajadora”, escribió el presidente Bukele en su cuenta de Twitter.
“Pero los delincuentes, los narcos, los estafadores y algunos de los mal llamados ‘gestores de paz’, es mejor que no vengan a nuestro país a buscar problemas, porque nuestras cárceles los esperan” fue el fuerte mensaje del mandatario salvadoreño.