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Erosión y derrumbes, los otros impactos de la Conectante C1-C2 en Floridablanca

Habitantes del sector rural en Floridablanca advierten que la tala de más de 5.000 árboles para la construcción de la Conectante C1-C2 desestabilizó terrenos en la zona. La Anla también señaló problemas de erosión y advirtió que se aumentó el riesgo de deslizamientos.

En veredas de Floridablanca como Casiano, Alsacia, Helechales y Vericute la comunidad reporta un preocupante aumento en la cantidad de eventos como derrumbes y desprendimientos de rocas, luego de la impresionante tala de árboles y de las intervenciones que se hicieron para eliminar la capa vegetal y abrirle paso a la construcción de la Conectante C1-C2.

El temor y la angustia de las cientos de familias que viven en esta área rural de Floridablanca ya llegó a oídos de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, quien durante su visita a Bucaramanga la semana pasada informó que tales quejas serán atendidas.

La autoridad que todavía no se da por enterada sobre tales denuncias de la comunidad es la Alcaldía de Floridablanca. Desde el Gobierno Local se indicó que no se tiene conocimiento del tema, e invitaron a líderes comunitarios a radicar formalmente ante el Municipio las quejas y solicitudes frente a dicho problema.

Muhamad señaló que la construcción de la Conectante C1-C2 ha generado “problemas por avalanchas”, luego de escuchar las quejas presentadas por parte de ciudadanos afectados y organizaciones sociales.

La Ministra de Ambiente indicó que se reactivarán las mesas de diálogo que se iniciaron en el pasado gobierno con la comunidad, orientadas a generar posibles ajustes en este proyecto, que registra un avance apenas del 2 % aproximadamente y el cual tiene paralizados los trabajos en la actualidad.

Según precisó la funcionaria del Gobierno Nacional, estos encuentros con las comunidades afectadas en Floridablanca se programarán con participación de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, quien es la autoridad encargada de controlar y verificar posibles infracciones ambientales relacionadas con la Conectante C1.C2.

De hecho, durante sus labores de control la Anla identificó fallas en el marco del aprovechamiento forestal por parte del contratista del proyecto, una situación que causó impactos negativos en el suelo de dicha área rural en Floridablanca.

Como resultado de este trabajo, a finales del año pasado la Anla formuló un cargo contra la Autovía Bucaramanga Pamplona S.A.S (firma responsable de las obras), en medio de un procedimiento sancionatorio ambiental que cursa en contra de tal firma.

“Dañaron la montaña”

En diciembre de 2019 los florideños alertaron la gran cantidad de árboles que comenzaban a talarse en parte alta del municipio. Fueron más de 5.000 los árboles que se derribaron, muchos de ellos con décadas de vida y algunos con siglos, según habitantes del sector.

Claudia Montañez, presidenta de la Junta de Acción Comunal, JAC, de la vereda Casiano Bajo, manifestó a Vanguardia que “subieron unas máquinas y todas las noches, entre las once y la medianoche, bajaban más de diez camiones con árboles… Dañaron la montaña, da tristeza”.

Esta lideresa comunal, quien desde hace un cuarto de siglo reside en el sector rural de Floridablanca, indicó que “además del daño ambiental, nos deterioraron las vías y desestabilizaron el suelo. La tierra se erosionó. En la vereda Alsacia, cerca de la quebrada La Carbona, tuvimos un deslizamiento muy grande, y allí nunca se habían registrado este tipo de emergencias”.

El evento que describió Montañez se registró a mediados de 2022. En dicho punto colapsó un talud y se derrumbaron más de 1.000 metros cúbicos de tierra. Las autoridades duraron varias semanas removiendo escombros en la zona.

“Esta situación puede generar una tragedia, además del riesgo constante que tenemos de quedar incomunicados. Nadie hizo nada para impedir la tala de estos árboles. Tampoco hemos visto las compensaciones ambientales y reforestaciones anunciadas”, manifestó la Presidenta de Casiano Bajo.

Los hallazgos de la Anla

En sus visitas de control en campo, la Anla verificó y señaló que en efecto hubo afectaciones generadas contra la quebrada La Carbona.

Dicha autoridad estableció que por parte del contratista no existió el debido acopio, disposición y retiro de los trozos, pedazos, ramas y demás residuos vegetales generados por la tala de los más de cinco mil árboles.

Estos desechos, según la Anla, “se encontraron en enero de 2020 esparcidos en zonas de pendiente, sobre la ronda hídrica de los dos drenajes de la quebrada La Carbona, así como en diferentes puntos del área intervenida”.

Justo ese mismo mes, en la parte baja de Floridablanca se registró una grave emergencia a raíz de una especie de avalancha que aconteció y afectó a varias comunidades urbanas, como Santa Coloma, Villa Piedra del Sol y Villa Jardín.

Milady Tovar Cabarique, concejal de Floridablanca, señaló que existe una relación directa entre las fallas verificadas por la Anla y la emergencia que perjudicó la parte baja del municipio.

“Ninguna autoridad investigó a fondo cuál fue el origen de este suceso. Los impactos ambientales que ha generado este proyecto son muy graves. Esperamos que el Gobierno Nacional tenga en cuenta a la comunidad y exista una verdadera participación, que se atiendan las quejas”, indicó la Cabildante.

“Aumenta el riesgo de deslizamientos”

La Anla señaló además que, debido a las omisiones o fallas cometidas con el manejo de tales desechos vegetales, se ocasionaron riesgos de afectación contra la protección del suelo.

Tal y como lo advirtió la comunidad, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales indicó que “esta conducta pudo ocasionar la alteración de la capa orgánica”.

Este descuido, según lo evidenciado por la Anla, pudo incidir en “la aparición o incremento de procesos erosivos, toda vez que el sector en donde se desarrolla el proyecto se caracteriza por presentar altas pendientes”.

Las autoridades reconocieron que la tala realizada generó que el suelo perdiera parte de su “soporte natural”, situación que aumentó el riesgo por posibles movimientos en masa.

“El hecho de haber diseminado los residuos vegetales producto del aprovechamiento forestal sobre estas zonas vulnerables, aumenta el riesgo de deslizamientos y desplazamientos no solo del material dispuesto, sino del suelo que lo contiene”, indicó la Anla.

Susana Muhamad, ministra de Ambiente, informó el pasado viernes en Bucaramanga que dicho ministerio está interesado en reiniciar las mesas de trabajo con las comunidades para conocer más sobre una propuesta de reserva ambiental en la zona afectada.

“Nos interesa mucho recoger esta información, trabajar con ustedes y ver técnica y jurídicamente si eso (la propuesta) es posible. Entendemos que la situación no es la más óptima, ni desde el punto de vista de transporte ni desde la afectación ambiental”, indicó Muhamad.

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