Los problemas con la Variante de San Gil, siguen, así lo vienen evidenciando los informes mensuales elaborados por la Veeduría de la Cámara de Comercio de Bucaramanga.
Tras una visita realizada la semana anterior a los diferentes puntos de la obra, Marcela Forero, representante de la veeduría, dijo que la situación no ha cambiado mucho con relación a lo denunciado en los últimos meses.
Según el último informe elaborado por la veeduría a corte del 20 junio de este año, faltan por ejecutar $70.400 millones, que teniendo en cuenta el ritmo de ejecución de Concay SA, responsable del proyecto, son imposibles de invertir en los seis meses que le queda de tiempo al proyecto.
Entre mayo y junio la inversión en la obra fue de $4.700 millones, uno de los montos más altos hasta ahora en los más de tres años de trabajos.
Lo más preocupante en la actualidad es que aún no se tiene certeza sobre el futuro de la obra, porque hasta ahora el Invías no ha respondido las inquietudes presentadas por la veeduría sobre el alcance real del contrato actual que vence en diciembre próximo, cuántos recursos más se le van a asignar a la obra y qué va a pasar con la compra de predios, teniendo en cuenta que faltan 150 por adquirir.
Mientras tanto, lo único claro es que los trabajos desarrollados hasta ahora entre San Gil y Pinchote no cumplen ninguna funcionalidad porque como están no quedan conectados con ninguna vía.
