A Jéfferson Álvarez Ospina, de 30 años, se le agotaron todas las fuerzas para seguir existiendo en este mundo.
Él se debatía entre la vida y la muerte desde el pasado 24 de junio, cuando junto con su hermano Róbinson Álvarez Ospina sufrieron un desafortunado accidente de tránsito en la vía Río Ermitaño – La Lizama, cerca al Puente La Colorada en Barrancabermeja, Santander.
Ambos hermanos llegaron al Hospital Universitario de Santander, HUS, en estado crítico. Presentaban múltiples fracturas en diferentes partes y traumas severos en la cabeza.
Róbinson, a los dos días, fue el primero en perder la batalla y falleció. El pasado domingo, Jéfferson corrió la misma suerte que su hermano menor y partió a la eternidad.
Lo que se conoce del accidente
Familiares relataron en aquel entonces a Q’hubo que los hermanos Róbinson y Jéfferson, de 28 y 30 años respectivamente, salieron aquel trágico día desde Vegachí (Antioquia) en una motocicleta Pulsar 200 de placas COQ-14E, con rumbo a Chinácota (Norte de Santander) a visitar a familiares.
“Nos informaron que ellos habían tenido un accidente de tránsito; nos dijeron que los habían trasladado hasta la Clínica Primero de Mayo en Barrancabermeja, pero llegamos acá y ya nos informaron que los trasladaron a Bucaramanga porque estaban graves”, relató Juan Carlos Álvarez Ospina, hermano de ambas víctimas.
Según el reporte de las autoridades de Policía del Magdalena Medio, el siniestro fue exactamente en el kilómetro 115+500 metros del corredor vial en mención, sobre las 6:00 p. m., cuando Jéfferson, quien conducía la moto y en hechos que son investigados, chocó de frente contra una camioneta Toyota de placas JJZ-543, que era conducido por un hombre de 62 años, residente en la ciudad de Valledupar.
El golpazo dejó ambos vehículos destruidos y a los hermanos Álvarez Ospina inconscientes, tendidos en la vía nacional.
Fueron llevados en un principio a un centro médico en el Puerto Petrolero y de allí remitidos hasta Bucaramanga.
Sobre las causas de este siniestro vial, al parecer, se investiga una invasión de carril por parte de los motociclistas.
“Según la hipótesis inicial, el accidente ocurrió por transitar en una vía en sentido contrario de circulación por parte de quien conducía la motocicleta”, informó de manera preliminar la Policía de Carreteras del Magdalena Medio.
El cuerpo del hombre de 30 años permanecía ayer en la morgue de Medicina Legal de la capital santandereana a la espera de ser entregado a los suyos para sus honras fúnebres, que se adelantarán en Norte de Santander.
“Fortaleza a toda su familia, que los cuide y les dé toda la fuerza para poder superar este trago amargo por la partida de dos grandes personas. Nos queda el recuerdo de lo que se compartió, muchas cosas lindas. Descansen en paz”, manifestó un allegado al hoy occiso.