A través de la expedición de dos resoluciones, el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Seguridad Vial acordaron adoptar estrategias para establecer la velocidad límite en las vías y asimismo reglamentar la implementación de planes de gestión de la velocidad para municipios distritos, áreas metropolitanas y departamentos de categoría especial uno, dos y tres.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Seguridad Vial, para definir los límites de velocidad se aplicará una metodología en la que se analizarán, entre otras, “el entorno, la funcionalidad de la vía y la vulnerabilidad de los actores viales que allí circulan para el establecimiento de la velocidad límite en las vías urbanas, rurales y pasos urbanos del país”.
Además, se analizará si se deben planear y establecer medidas que acompañen el cumplimiento del límite establecido. Así las cosas, se revisarán las actuales velocidades que en el área metropolitana de Bucaramanga: 60 kilómetros por hora para vías urbanas, 30 kilómetros para zonas residenciales y 80 kilómetros por hora para vías departamentales y nacionales.
Durante 2022, el anterior Gobierno Nacional sancionó la ‘Ley Juan Esteban’, que definía que la velocidad máxima en vías urbanas sería de 50 kilómetros, en zonas educativas de 30 kilómetros por hora y de 90 kilómetros para dobles calzadas. No obstante, esta norma no se implementó y por eso se expidieron las actuales resoluciones que deberán aplicarse en un lapso de 12 meses.
Para efecto de los cambios, las autoridades de tránsito serán las responsables de aplicar la metodología para establecer y señalizar los límites de velocidad en cada caso.
Por su parte, las autoridades nacionales, departamentales y municipales de tránsito, la Agencia Nacional de Infraestructura, el Invías y las concesiones, implementarán obras de infraestructura segura como taches, resaltos y otros que apoyen el cumplimiento del límite de velocidad.
En tal sentido, la directora encargada de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Lina Huari, manifestó que el exceso de velocidad es uno de los principales riesgos de los actores viales y de acuerdo al Observatorio Nacional de Seguridad Vial, hace parte de las causas más comunes asociadas a la siniestralidad.
“Con estos documentos, se busca promover medidas y estrategias integrales para proteger la vida de los actores viales, pero también darle herramientas a los territorios para que aterricen a sus particularidades las medidas para frenar este factor de riesgo en sus zonas de influencia”.
Según cifras del Observatorio Nacional de seguridad vial, entre 2018 y 2022 se registraron 3.455 víctimas fatales en accidentes viales cuya hipótesis principal obedece a exceso de velocidad.
Análisis de su conveniencia
Al respecto, el líder de la Asociación de Taxistas del Área Metropolitana de Bucaramanga, Asotamb, Carmelo Guerrero, indicó que en sectores como el Anillo Vial entre Girón y Floridablanca y en la autopista a Piedecuesta debería haber incremento en los límites permitidos.
“En estas vías se debería aumentar hasta a 90 kilómetros por hora la velocidad. Son vías nacionales y se requiere mayor agilidad para que no se generen trancones”, indicó el líder de los taxistas.
Por su parte, el líder de la Veeduría Ciudadana Poder Motero, José Velásquez consideró que sería un despropósito revisar o cambiar las velocidades en las vías del área metropolitana.
“La velocidad a la que circulan los conductores es la velocidad de la congestión. Cada vez que se registra un accidente, una avería en un vehículo y otras eventualidades colapsan las vías y los ciudadanos o pueden circular a las velocidades permitidas por las autoridades viales”, afirmó Velásquez Pereira.
El veedor recomendó que más que hacer una evaluación de los límites permitido, es necesaria la revisión del estado de las vías para mejorar la movilidad en los cuatro municipios del área.
Sin embargo, José Velásquez solicitó especial atención en la vía que conduce desde La Mesa de Los Santos hacia Los Santos en la que vehículos tipo volqueta estarían abusando de la velocidad permitida.
Por otra parte, el concejal de Bucaramanga, Francisco González, sostuvo que “la capital santandereana debe fijar un norte con respecto a las vías y la movilidad. Más allá de pensar en reducir o aumentar velocidades debemos pensar en hablar un mismo idioma tanto en Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta y Girón porque lo que le falta al área son nuevas vías”.
González Gamboa indicó que esta revisión debería aplicar para las dobles calzadas existentes en el departamento y las que se encuentran en construcción. “Tenemos pocas vías rápidas en Santander donde la geografía lo permite. Allí si deben existir acciones para evitar la accidentalidad”, agregó.
El cabildante expresó que la tarea de las autoridades debe enfocarse también en el manejo de la movilidad en horas ‘pico’ en el que se requieren medidas conjuntas entre las direcciones de Tránsito de Bucaramanga y Floridablanca junto con la Secretaría que maneja estos temas en Piedecuesta para lograr la descongestión de la Autopista, que registra graves congestiones cada día.
Metodología para establecer velocidad
- Identificación de zona: se evaluarán las dinámicas e interacciones entre actores viales en el sector de estudio para determinar si es una zona urbana, una zona rural o paso urbano. 2. Caracterización, estimación de riesgo y definición del límite de velocidad: habrá delimitación del sector, caracterización y definición de tramos homogéneos, estimación de riesgo a partir de infraestructura, actividad y conflicto y definición de la velocidad límite.
- Análisis de brechas: se buscará identificar las diferencias entre el estado actual de la velocidad del sector de estudio y el estado objetivo según la velocidad establecida.
- Señalización y establecimiento de la velocidad límite: se expondrán medidas en señalización, comunicación y socialización con el fin de guiar a la autoridad de tránsito competente en el establecimiento del límite de velocidad y su aceptación por parte los actores viales.
5.Seguimiento y evaluación: habrá exposición de parámetros para realizar el seguimiento al cumplimiento una vez se haya definido el límite de velocidad.