Como Omar Acosta Navarrete, de 22 años, y Rafael Antonio Mena Martínez, de 34, fueron identificados los hombres que murieron mientras laboraban en una mina de oro, en Barranco de Loba, en el sur de Bolívar.
En la noche del sábado 8 de julio, las víctimas se encontraban dentro de la mina en la vereda La Nigua, en zona rural del municipio, cuando se dio un derrumbe, quedando sepultados.
De inmediato sus compañeros, que se salvaron de milagro, activaron las alarmas llamando a la Defensa Civil que, tras varias horas de trabajo, lograron rescatarlos, pero ya no tenían signos vitales: se asfixiaron.
Sobre Acosta Navarrete se conoció que era natural de Barranco de Loba y hacía parte de una conocida familia que por mucho tiempo se ha dedicado a la minería. De Mena Martínez, por su parte, se supo que llegó hace pocos años de Venezuela para trabajar y sacar a su familia adelante.
Los habitantes de Barranco de Loba dicen sentirse preocupados por las fallas en seguridad de las minas de la zona. Aseguran que son frecuentes las emergencias y que muchos jóvenes van a trabajar en ese lugar de alto riesgo solo por falta de oportunidades.
El 23 de junio pasado, en Norosí, sur de Bolívar, murió José Castillo García, de 23 años, en una mina. Ese mismo mes, en Montecristo, también en el sur del departamento, fallecieron tres hombres mientras trabajaban en una mina de oro.
El pasado 13 de junio, en una mina de Barranco de Loba, murieron David Jiménez Rojas y Jesús Quiroz Fonseca. Los mineros estaban dentro del lugar de trabajo cuando hubo una explosión en medio de una inadecuada manipulación de explosivos artesanales. Los jóvenes inhalaron los gases y murieron intoxicados